Los sábados de Lomana: “Estamos en manos de majaderos e irresponsables que nos gobiernan”

Hace tiempo que ando huyendo de los besos. Nunca entendí esa ridícula costumbre impuesta en España de besar con dos besos a cualquier persona a la que ni conoces o que te presentan por primera vez. Siempre me ha parecido poco higiénico e innecesario. Desde que empezó esta pandemia del coronavirusextremé mis precauciones y mantuve las distancias por puro sentido común, de la misma forma que me ponía guantes en los lugares donde muchas personas tocaban puertas, interruptores de luz, mesas, micrófonos etc.

Señoras y señores estamos ante una pandemia en manos de majaderos e irresponsables que nos gobiernan los cuales han callado sin advertir a la población de la que se nos venía encima, todo con el único fin de que una cantidad enorme de mujeres irresponsables gritando felices y abrazándose organizasen una multitudinaria manifestación lanzando consignas y panfletos que para nada nos dignifican a las mujeres, y de paso se contagiasen de este ya tan familiar en nuestras vidas Covid-19. Otros perfectos irresponsables y necios han sido los de VOX. Qué necesidad tenían de organizar un mitin en Vistalegre para seguir alimentando su estúpido ego y lanzar más mensajes apocalípticos con un mentecato llamado Ortega Smith que acababa de llegar de Italia y se pasó todo el acto sin parar de toser con una irresponsabilidad que asusta y le despoja de toda seriedad. Resultado: más contagiados, entre ellos Abascal. A ver si nos enteramos de una vez de que la única forma de frenar esto es no asistir a ninguna lugar donde estemos mezclados con más personas, quedarnos en nuestras casas tranquilos. ¿Es tan difícil? Nuestros abuelos eran llamados para ir a la guerra, aquí solo nos piden dos semanas de teletrabajo. Ojalá todo el sacrificio de una guerra fuese estar confortablemente en nuestro hogar saliendo solo lo imprescindible.

Siempre nos quejamos de la vida tan estresante que llevamos, de la falta de tiempo para estar con nuestros hijos, para leer, para querernos, para hacer vida familiar dentro del hogar. Me parece una oportunidad maravillosa para dedicarnos a escuchar música, ordenar papeles y armarios, hacer limpieza general en casa y bailar que es la mejor medicina para animarse y además hacer ejercicio. Hablar plácidamente de todo aquello que siempre se dice no poder hacer por falta de tiempo con nuestra pareja y nuestros hijos, organizar juegos en familia, cocinar juntos, merendar y ver una película o serie y comentarla entre todos, un “cine fórum” familiar. Quizá esto nos ayude a reflexionar sobre la vida, esa que nunca nos planteamos que puede cambiar en 24 horas, en nuestra enorme vulnerabilidad y fragilidad... Nunca imaginamos cerrar fronteras, ver nuestro Madrid vacío en el que caminar es una delicia. Tenemos que intentar ser responsables y quedarnos con la parte positiva de todo. ¿Quejarnos? ¿Para qué? Vivir el día a día ayudando lo que podamos a que este virus remita lo antes posible, apoyar, reconocer y agradecer a nuestros médicos su esfuerzo enorme y ser conscientes de tener un sistema sanitario que funciona aunque en este momento no pueda dar más de lo que da, porque antes, las autoridades competentes, enzarzadas en sus propios egos, no fueron capaces de prepararse para lo que iba a ocurrir. Algo muy típico de los seres humanos es pensar que a nosotros nunca nos puede pasar. Pues sí pasa, ya lo creo que pasa. Declaremos la guerra a esta pandemia con solidaridad y responsabilidad y no duden que ganaremos cumpliendo el protocolo a seguir.