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Los sábados de Lomana: Adiós a un excepcional señor, Carlos Falcó

Carmen Lomana, Esther Doña y Carlos Falcó
Carmen Lomana, Esther Doña y Carlos FalcóInstagram

Es muy duro escribir esta crónica hoy. Acabo de enterarme de la muerte de Carlos Falcó, Marqués de Griñón, hace unas escasas dos horas, víctima del coronavirus. Estoy desolada. Carlos era una persona excepcional, un gran señor, un gran amigo, entrañable y siempre con una sonrisa en su cara. En el tiempo que le conocí jamás le he visto un mal gesto o una mala palabra. Su educación era de las que ya resulta muy difícil encontrar. Un hombre cultísimo que hablaba perfectamente inglés y francés, amante de la vida y del campo y miembro de la cofradía de La buena mesa. Muy querido en sociedad, ya que era una persona muy internacional y entretenida. Siempre contaba anécdotas curiosas y divertidas.

Su pasión era la agricultura e introdujo en España el riego a goteo. Era un hombre innovador que viajó por todo el mundo. De su estancia en California volvió a España con la idea de montar un Safari Park que también fue el primero en nuestro país. En su finca de Malpica “Casa de Vacas” cultivaba un excelente vino con cepas Cavernet Sauvignon. Su aceite también era considerado como uno de los mejores de España.

Gonzalo Pérez 2 de diciembre de 2015 Carlos falco
Gonzalo Pérez 2 de diciembre de 2015 Carlos falcolarazon

Griñón se casó cuatro veces. Era un hombre tremendamente atractivo y seductor; adoraba a las mujeres y tenía un enorme encanto. Sabía tratarlas muy bien. Prueba de ello es que todas sus ex mujeres mantenían una estupenda relación con él. Su primera esposa fue la francesa Jeanine Giraud, madre de dos de sus hijos, Xandra y Manolo; su segunda esposa fue Isabel Preysler. Los presentó Carmen Martínez-Bordiú cuando la relación de la filipina con Julio Iglesias ya estaba prácticamente terminada. De este matrimonio nació Tamara Falcó. El divorcio llegó cuando Isabel se enamora de Miguel Boyer. El marqués e Isabel eran muy diferentes en cuanto a gustos y formas de vida, y siguiendo su tónica de gran señor se retiró sin que jamás haya salido ni una sola palabra poco agradable hacia la socialité. Todo lo contrario. El gran amor y la estabilidad se la dio Fátima de la Cierva, una mujer discreta, poco social, que se ha dedicado mucho a las ONG. También le encantaba vivir en el campo como a él y tuvieron dos hijos, Duarte y Aldara. Recuerdo un cumpleaños de Fátima, cuando ya estaban separados, en el que ella le dedicó unas preciosas palabras diciéndole que había sido y sería siempre su gran amor. Ese día lo pasamos fenomenal y bailamos sin parar porque a Griñón le gustaba mucho. Era un hombre lleno de vida y energía. Su actual esposa era Esther Doña. Bellísima y muy joven. Alguna vez ella me ha comentado que su marido era incansable y que le costaba seguirle el ritmo.

Carlos Falcó y Esther Doña
Carlos Falcó y Esther Doñalarazon

La última vez que estuvimos juntos fue en una cena de amigos del vino ‘Amavi’ que le dedicaron un homenaje. Habló como solo él sabía hacer. También compartimos días de fiesta en Sevilla durante la Feria del Caballo y en la gala que organiza la revista que dirige Mario Niebla del Toro. No puedo hacerme a la idea de que se haya ido aunque sus amigos más cercanos sabíamos que estaba mal. Un gran hombre siempre sonriente y adorable que se ha llevado este espantoso virus que no parece querer dar tregua en ningún país del mundo. Estos días de aislamiento, la vida nos está dando una lección de humildad, porque por muy poderosos que nos podamos sentir, en un momento dado nadie controla la naturaleza. Recemos, rezar es lo único que puedes hacer cuando ya no puedes hacer más.