Holanda recrimina a sus Reyes que se salten las restricciones sanitarias por la Covid-19

El viaje a Grecia de Guillermo y Máxima de Holanda sigue trayendo cola, a pesar de que los monarcas decidieran suspenderlo y regresar a su país por las críticas recibidas. La familia real holandesa había decidido aprovechar las vacaciones escolares de sus hijas para descansar en la casa que tienen en Grecia. Sin embargo, la decisión no ha sido muy bien tomada por sus súbditos que ven el viaje inapropiado en medio de la pandemia que afecta a toda Europa, incluida Holanda. Los holandeses consideran que los Reyes deberían predicar con el ejemplo y cumplir las restricciones marcadas por la Covid-19. “Vemos las reacciones de la gente a las publicaciones de los medios (sobre su marcha de vacaciones) y son fuertes, nos afectan. No queremos dejar ninguna duda al respecto: para detener el coronavirus es importante seguir las normas dictadas. El debate provocado por nuestras vacaciones no contribuye a eso”, rezaba el comunicado enviado el viernes pasado, día en el que Guillermo y Máxima de Holanda se marcharon, por el Gobierno holandés.

Pero por si fuera poco, ahora la polémica ha salpicado a sus primogénitas, las princesas Amalia y Alexia quienes han regresado de Grecia tres días después que sus padres y su hermana menor.

La explicación oficial del Servicio de Información del Gobierno no ha apaciguado el ánimo de los holandeses que no se creen que no hubiera suficientes billetes disponibles para volver todos en el mismo vuelo.

La excusa no parece encajar teniendo en cuenta que el trayecto de ida se había realizado en avión privado y que en tiempo de coronavirus, la demanda de billetes es mucho menor.

También se reprocha a Mark Rutte, primer ministro holandés que conociera la información y no tomara medidas al respecto. Rutte ha alegado que las hijas de los reyes no forman parte de la vida institucional del país, sino al ámbito privado de los Orange.

Una polémica similiar vivieron sus homólogos belgas. Tras el atentado terrorista en París del 13 de noviembre, en el que fallecieron 129 personas en ataques yihadistas, la policía belga activó la alerta antiterrorista 4 por miedo a un ataque inminente. Entonces, se reprochó a Felipe de Bélgica que no hiciera ningún comunicado oficial. El motivo se supo días después cuando el diario satírico “Canard enchaîné” publicaba unas fotografías de Felipe y Matilde en un pequeño balneario de Gran Bretaña. Unas imágenes que no fueron bien recibidas por los belgas, a pesar de que la versión oficial era que “el viaje estaba programado desde hacía meses”.