Detenido
La moto FANTASMA de José Luis Moreno
Le gusta alardear de sus posesiones y pertenencias, e incluso del despilfarro innecesario
Le gusta alardear de sus posesiones y pertenencias, e incluso del despilfarro innecesario. José Luis Moreno siempre ha vivido a lo grande, rodeado de lujos y de carísimos caprichos.
Recuerdo una ocasión, hace unos cuantos años, en la que acudí a su casoplón para hacerle una entrevista. Vivía entonces en la localidad madrileña de Majadahonda, en una mansión de setecientos metros cuadrados que le parecía pequeña.
Al acabar la charla me dijo: “vamos a otro lugar, que te voy a enseñar mi nueva casa”, y me la mostró a fondo. “Mira, son más de dos mil metros cuadrados de superficie y doce mil de terreno, con piscinas interior y al aire libre, pista de tenis con una carpa que la cubre por si llueve, jacuzzis en todos los dormitorios, patio andaluz, sala de entrenamiento para mi compañía de baile…Y desde la entrada se puede ver perfectamente la salida posterior”. Parecía un crío con zapatos nuevos.
Sonreía constantemente, feliz de poder demostrar su “poderío”. Junto a la puerta principal permanecía aparcada una imponente moto de mil quinientos centímetros cúbicos, una Honda valorada entonces en dos millones de las antiguas pesetas. Me extrañó verla allí porque José Luis no tenía carnet para conducir ese tipo de vehículos. Le pregunté de quién era la moto y me soltó con cara divertida: “es mía, la he comprado para tenerla cuando me saque el carnet. Se la vi a un hombre la semana pasada en la puerta de un supermercado y me encapriché de ella. Me encanta”.
Nunca le he visto conduciéndola, seguramente acabó vendiéndola, porque, que se sepa, nunca obtuvo el permiso de conducir. Pero tenía tanto dinero que se podía permitir ese tipo de caprichos. A la postre, estamos ante el motorista fantasma.
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