Distinto con Guillermo

Carlos III, declarado “culpable” de todos los males afectivos de su hijo Harry

El príncipe arrastra traumas de la infancia. Heridas que van más allá de la muerte de Lady Di y cuyo responsable único es su padre

El príncipe Harry con el Rey Carlos III
El príncipe Harry con el Rey Carlos IIIGtres

El príncipe Guillermo y su hermano pequeño Harry no han tenido una infancia normal. Siempre deslumbrados por los flashes de los paparazzi, los hijos del rey Carlos III de Inglaterra y la desaparecida princesa Diana de Gales arrastran muchos traumas del pasado. No solo por lo traumático que fue la pérdida de su madre en tan extrañas circunstancias y que se hablase hasta la saciedad de la posible implicación de palacio en su accidente parisino. También tiene heridas abiertas que trabajar por lo que sucedió mucho antes que todo eso.

Se culpa principalmente al padre de los males que arrastra, al menos sí, su hijo pequeño. El propio duque de Sussex ya ha hablado en sus documentales, libros y entrevistas de cómo su infancia no fue normal. No le faltó absolutamente nada material, todo lo que quería lo tenía al instante. Pero sí que echó en falta que se le cuidase de igual forma el aspecto emocional,pues aquí sus padres suspendieron. Algo que resalta ahora la experta en casa real Ingrid Seward, responsabilizando de todo esto al rey Carlos III.

Diana de Gales, Lady Di, con sus hijos los príncipes Harry y William
Diana de Gales, Lady Di, con sus hijos los príncipes Harry y WilliamJohn Swannell Camera Press

Carlos III no lo ha hecho bien con sus hijos

La citada experta en realeza considera que el foco de todos los males que ha sufrido el príncipe Harry desde su juventud radica en su padre. Concretamente con el trato que le dio cuando era pequeño. Y no precisamente por ser estricto con él, sino precisamente por todo lo contrario, por ser “muy blando con él”, como así denuncian desde ‘Daily Mail’. “Si Carlos hubiera sido más firme con Harry, y, en cierta medida, con Guillermo, en sus años de formación, tal vez no le habrían causado tanta preocupación”.

No es la primera vez que se señala que el ahora rey Carlos III era indulgente con sus hijos. Relegaba su crianza a las niñeras y tan solo pretendía disfrutar de sus hijos cuando su agenda oficial se lo permitía. Pensaba que sus hijos le querrían más si les colmaba de regalos y se aseguraba de que todo lo que pedían se le concedería. Era una estrategia errónea.

El príncipe Carlos, juntos a sus hijos, los príncipes Harry y William
El príncipe Carlos, juntos a sus hijos, los príncipes Harry y WilliamAlastair GrantAgencia AP

Pero, ¿por qué son tan distintos los hermanos? Aquí también echan la culpa al padre, pues señalan que no educó de igual manera a ambos. Destacan que Harry ha crecido saliéndose con la suya en muchas situaciones, mientras que su hermano Guillermo ha tenido que acatar a rajatabla las normas por ser el heredero al trono. Se le guiaba más el camino, mientras que al pequeño le ofrecían mayor libertad. Pese a que podría considerarse como algo positivo, él lo vivió como una forma de ser desplazado de los planes de palacio, viendo cómo su hermano estaba llamado a ser alguien importante y él siempre estaría a su sombra. También Guillermo era muy bueno en los estudios, mientras que el pequeño sufre dislexia lo que le dificultó el aprendizaje.

El cóctel que supuso las circunstancias en las que creció el príncipe Harry era explosivo. Su madre le consideraba su “bebé grande” y le trataba con especial cariño. Tras su muerte no volvió a sentirse tan amado. Su padre era indulgente con él ante sus trastadas, pero él lo entendía como falta de interés. Su abuela, la reina Isabel II, veía a sus nietos, el futuro de la corona que llevaba sobre su cabellera, muy rebeldes como para asumir responsabilidades. La presión era máxima para ambos y no supieron gestionarla y administrarla de manera eficiente. Para Ingrid Seward les faltó “un poco más de disciplina temprana”. Algo que dice que el propio Carlos III se recrimina: “Creo que Carlos probablemente lamenta no haber sido un poco más estricto, porque podría haberles dado a ambos niños algunos límites más”.