Don Juan Carlos vuelve (feliz y optimista) a sus orígenes

La isla de Wight, situada frente a Southampton, no son tierras desconocidas para Don Juan Carlos de Borbón. Allí, en el imponente castillo de Osborne House pasaba parte del estío y la Navidad su abuela Victoria Eugenia de Battemberg, el gran amor de Alfonso XIII y la portadora del gen maldito de la hemofilia, que diezmó a su estirpe.

Tras la muerte de la reina Victoria de Inglaterra, fallecida en su residencia de verano de Wight, Eduardo VII, donó el castillo a la nación, aunque siguieron habitando en sus tierras las princesas Beatriz, madre de Ena y su hermana Luisa. En mayo de 1906, unas semanas antes de contraer matrimonio, Alfonso XIII, navegó por primera vez hasta la isla para conocer la mansión en la que su amada Ena pasó parte de su infancia y juventud. El rey se enamoró de la isla, un enclave perfecto para practicar la vela, y así nació una tradición para los Borbón que los ha llevado a regatear en sus bravas aguas en múltiples ocasiones.

Siguiendo la estela de Don Alfonso y de Don Juan, el rey Juan Carlos coge el testigo real en Wight para tratar de alzarse con su tercer mundial, una gesta épica, a sus 85 años, que le convierte en el marino de sangre azul más laureado de la historia. Acompañado de su hija la Infanta Elena, que le acompaña durante su estancia en Cowes, la capital de la isla, sueña con revalidar su título mundial.

Don Juan Carlos ha dado muestra de su buen humor en Inglaterra. No ha tenido reparo en charlar y bromear con los reporteros españoles que siguen sus pasos en el Reino Unido. Allí, se siente más libre y ha dejado ver su mejor cara, al igual que su hija Elena, que se muestra más sonriente que nunca. Las imágenes del padre del Felipe VI besando la mano de su hija acaparan las portadas de los medios de comunicación.

En cuanto a su forma física, siempre bajo la lupa, ha sorprendido su notable adelgazamiento. Todo indica que ha seguido una dieta estricta para enfrentarse a este reto. Aunque se desconoce cuántos kilos ha perdido desde su última estancia en España, el pasado mes de julio, hay quienes aseguran que ha perdido al menos 15 kilos. Esto le permite andar con mayor agilidad y ligereza según han detectados los periodistas desplazados en Reino Unido.

«¡Hemos venido a ganar!», dijo eufórico el rey a los medios españoles congregados en el pantalán del puerto británico. A pesar del fuerte viento que sopla en la isla, el rey se mostró muy optimista en cuanto a sus aspiraciones al triunfo y a su probable regreso a nuestro país. Ante los micrófonos, no dudó al responder a la pregunta más incómoda: «¿Va a instalarse pronto en España?». A lo que respondió: «Sí, seguro». Una rotunda afirmación que ha dejado atónitos a los reporteros ya que, hace apenas unos meses y ante los rumores de un inminente regreso del ex monarca a España, tuvo que salir al paso para negarlos categóricamente. Fue Susanna Grisso la encargada de comunicar a la audiencia su «desmentido rotundo. En ningún caso se plantea fijar su residencia en España», declaró la popular presentadora. Lo que sí está previsto es que tras su estancia en Reino Unido y tras recalar en Emiratos Árabes, Don Juan Carlos vuelva a España. Si nada lo impide, estará en Sanxenxo para participar en la regata que lleva su nombre, la octava edición de la Copa del Rey Juan Carlos, que se celebrará entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre en las Rías Baixas.