
En Holanda
La hija de la princesa Delphine, víctima de un “ataque homofóbico” en una discoteca: “Sigue llorando”
La princesa Joséphine de Bélgica, sobrina del rey Felipe, se ha metido en una pelea masiva con sus amigos. “La violencia fue salvaje”, dice

La princesa Joséphine de Bélgica está consternada y según han confirmado su madre “sigue llorando”. No ha logrado superar aún el trauma que le ha dejado haber sido víctima de una pelea masiva en una noche para celebrar. La sobrina del rey Felipe de Bélgica, hija de su hermana la princesa Delphine, ha sido víctima, junto a sus amigos, de un ataque homófobo en La Haya, mientras se encontraban en una fiesta privada. Unos jóvenes se colaron en ella y no llevaban precisamente buenas intenciones.
Todo acabó en batalla campal y la princesa está conmocionada, como así ha narrado ahora su madre en público. Define lo que le ha sucedido a su hija como “una experiencia traumática”, de la que aún trata de sobreponerse. Lo mismo que les sucede también a otros de sus amigos, todos ellos miembros del grado en Derechos Humanos que llegaba a su fin y de ahí la celebración. Después de tres años estudiando en la universidad de Leiden, la princesa y sus compañeros de pupitre alquilaron un local para festejar el cierre de esta etapa. La noche terminó con especial violencia.
La pesadilla de la princesa Joséphine de Bélgica
La sobrina del monarca belga y sus compañeros de universidad alquilaron para su graduación una discoteca, para así tener una fiesta privada: “Bailaban y celebraban. El ambiente era tranquilo y pacífico, hasta que un grupo de jóvenes entró en el club sin invitación. Eran altos, como típicos neerlandeses, y vestían con elegancia, claramente chicos de familias adineradas”, comenzaba a narrar la princesa Delphine al periodista Wim Dehandschutter, afín a la casa real.
Desde el principio, los estudiantes sospecharon de las malas intenciones del grupo intruso. Mostraban una actitud hostil y pronto fijaron su objetivo en un joven en concreto: “Vieron que entre los estudiantes había personas homosexuales. Siguieron a uno de ellos al baño y lo golpearon brutalmente. El chico quedó completamente destrozado. Sus compañeros sospecharon que algo ocurría y acudieron en su ayuda. Todo terminó en una pelea masiva con varios heridos. La violencia fue tan salvaje que podía haber habido incluso una víctima mortal”, describe la hermana del rey la crudeza de lo que su hija presenció y que aún le atormenta.

Y es que aún llora cuando le sobrevienen a la mente las imágenes de la noche. Especialmente porque los responsables de la brutal agresión siguen sueltos y no parece que se esté haciendo demasiado por identificarlos. Una denuncia grave que realiza la princesa al periodista sin miedo a las consecuencias. Y es que cree que desde la propia discoteca se está protegiendo a los asaltantes, en contra por tanto de las víctimas: “Los responsables del club intentaron pagar por el silencio proponiendo a la universidad –sin éxito- devolver los 5 euros que costaba cada entrada. Es evidente que reconocen que cometieron un error. Nunca deberían haber dejado entrar a esos chicos en una fiesta privada”.
Aunque la princesa Joséphine de Bélgica salió ilesa de la batalla campal, la pelea masiva sí que dejó heridos a muchos de sus amigos. Y es que entre los que atacaban, los que se defendían y los que protegían al resto, muchos acabaron mal parados. Unas imágenes grabadas a fuego en la retina de la princesa, que no para de llorar: “Lo más triste es que era la última noche de los estudiantes. La última vez que iban a verse, venían de todo el mundo”. Pero no se arrepientes de haber ayudado a un compañero de una agresión homófoba: “Con orgullo se dicen entre ellos: ‘Tenemos ojos morados, no podemos respirar porque tenemos las costillas rotas, pero estamos orgullosos de haber luchado por nuestro amigo’”.
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