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Magdalena de Suecia da un golpe en la mesa: sus exigencias para regresar a casa

La princesa ha retrasado su vuelta a territorio sueco, fijado en agosto, porque antes quiere que se cumplan unas condiciones muy clara

La princesa Magdalena de Suecia
La princesa Magdalena de SueciaGtres

La princesa Magdalena de Suecia había anunciado que regresaba a su patria en verano junto a su marido, el financiero estadounidense Chris O’Neill, y sus tres hijos. Era un regreso esperado, pues la pequeña había estado recorriendo durante años el mundo en familia, fijando su residencia en Florida. Ahora no se la espera aterrizando en Estocolmo hasta el próximo año 2024. Sin embargo, lo que está generando revuelo en el país vecino no es que su princesa haya retrasado su regreso, sino conocer que ha puesto sobre la mesa unas condiciones previas si quieren que esto finalmente se materialice.

princesa Magdalena de Suecia y su familia
princesa Magdalena de Suecia y su familiaGtres

Después de diez años recorriendo el globo en familia, es comprensible que la mudanza sea, cuanto menos, complicada. Al menos sí en cuestiones logísticas, pues hay que empaquetar los recuerdos generados por el matrimonio y sus tres hijos para no dejar atrás algo que después puedan echar de menos. De ahí que se entienda que esta tarea se haya pospuesto de agosto hasta el próximo año. Pero la polémica se ha instalado en territorio sueco al conocer que este no es el motivo aducido por la hija pequeña del Rey Carlos Gustavo de Suecia y la Reina Silvia.

La princesa Magdalena no está dispuesta a renunciar de una calidad de vida que ha atesorado estos años, lo que pasa por exigir el cumplimiento de unas condiciones concretas para que su regreso a su país natal sea factible. Al menos esto es lo que han asegurado desde el diario sueco ‘Svenska Dagbladet’, que mantiene que la royal está manteniendo un pulso para asegurar la felicidad de su familia en su regreso.

Magdalena de Suecia posa junto a su prometido, Chris O´Neill
Magdalena de Suecia posa junto a su prometido, Chris O´Neilllarazon

Lo primero que solicita es que sus tres hijos sean matriculados en el mejor colegio del país. Es decir, quiere Leonore, Nicolas y Adrienne vistan el uniforme del exclusivo centro Carlssons, el cual se encuentra levantado en el elitista barrio de Östermalm de Estocolmo. La misma institución en la que ella inició su formación académica y en la que ahora cursan los hijos de sus mejores amigos, lo que le ofrece cierta tranquilidad a la hora de asegurar la adaptación de sus retoños al centro y sus compañeros de pupitre. Además, desea que los tres sean admitidos en el mismo centro, pues quiere minimizar el impacto del cambio y que entre ellos puedan hacer piña y apoyarse. Otra opción puesta sobre la mesa, siempre según el citado diario sueco, es que el centro fuese otro igual de privativo para el común de los mortales, el Campus Manilla de Djurgaarden, donde la princesa Victoria de Suecia ha matriculado a sus propios hijos.

Pero las supuestas peticiones de la princesa Magdalena de Suecia no terminan aquí. Otro de los puntos a tener en cuenta si quieren que fije su residencia en su patria, tiene que ver con su casa en sí. Al ser un matrimonio con tres hijos, no cualquier casa les sirve. Para ello, solicita un piso de siete habitaciones situado en el patio de las que fueron en su día las caballerizas del palacio real. Un espacio que ya ha sido reformado y, según los rumores, expresamente para esta finalidad. Eso sí, desde otros medios se habla también de que la familia estaría buscando otras opciones de vivienda en Estocolmo.

La Familia Real de Suecia
La Familia Real de SueciaGtres
Pero si hay algo a lo que la princesa no quiere renunciar después de diez años sin rendir cuentas de sus movimientos, es a su vida social. No está dispuesta a quedarse en casa por miedo al qué dirán, pues eso ya le importa bien poco. “Está harta de estar sentada en casa todo el día en su mansión de 80 millones de dólares y tener pocos contactos con gente”, aseguran desde el mencionado diario sueco. Un punto que quizá tenga algo más fácil, pues en la capital están sus amigos de toda la vida y su núcleo de confianza, por lo que sola no se va a sentir y en su ansiada casa siempre habría hueco para montar sus quedadas privadas.