Golpe emocional

La princesa Eugenia se sincera sobre su lucha contra la escoliosis: "No podía levantarme de la cama"

La prima del príncipe William habla por primera vez del dolor físico y emocional que sufrió tras una dura operación a los 12 años

La princesa Eugenia de York es la royal que más dinero por pieza gastó en 2023, con una media que roza los 7.000 euros por prenda
La princesa Eugenia de York es la royal que más dinero por pieza gastó en 2023, con una media que roza los 7.000 euros por prendaGtres

Poco amiga de los focos y alejada de la exposición que suele rodear a los Windsor, la princesa Eugenia de York ha decidido hablar. La hija menor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson ha roto su silencio para compartir uno de los capítulos más difíciles de su vida: la escoliosis que le diagnosticaron cuando tenía solo 12 años y que la obligó a pasar por una operación tan complicada como dolorosa.

En una entrevista con The Telegraph, Eugenia, de 35 años, confiesa que aquella etapa marcó profundamente su adolescencia. "No podía levantarme de la cama y no podía hacer nada por mí misma", asegura. Su caso no fue leve. Los médicos determinaron que la desviación en su columna era lo suficientemente severa como para intervenir quirúrgicamente. La operación duró ocho horas y consistió en insertar varillas de titanio y tornillos a lo largo de su columna para corregir la curvatura.

Vulnerabilidad

El postoperatorio fue aún más duro. Eugenia pasó tres días en la UCI y varias semanas más hospitalizada. Estuvo diez días sin moverse, seis en silla de ruedas y cuatro meses sin poder ir al colegio. "Estaba muy avergonzada por todo el asunto. No sé por qué ni de dónde vino eso", admite. Para una niña, esa sensación de vulnerabilidad e inmovilidad fue abrumadora.

La princesa Eugenia de York llega a la carreras de Ascot.
La princesa Eugenia de York llega a la carreras de Ascot.larazon

La sobrina del rey Carlos III también compartió detalles íntimos de su estancia en el hospital: "Tenía una habitación en una esquina del edificio, con ventanas que daban a un aparcamiento. Solo me importaba dónde estaban mis padres y mi hermana. Pero recuerdo ver a alguien saludando desde fuera y sentir que no podía alcanzarlos".

Aunque evita la palabra "trauma", Eugenia describe el proceso como un golpe emocional importante. "La incapacidad que conlleva una lesión de la médula espinal es muy difícil de afrontar", reconoce. Hoy, convertida en madre de dos hijos y dedicada a causas sociales y medioambientales, la princesa ha querido alzar la voz para dar visibilidad a esta enfermedad y servir de apoyo a quienes la sufren.

Sin rastro de dramatismo pero con una honestidad que desarma, su testimonio deja claro que la aristocracia no blinda frente al sufrimiento físico ni emocional. Y que, a veces, la mayor fortaleza está en atreverse a contar la verdad.