Eugenia de York, tarde de copas y confidencias con la exnovia de Harry

¿Cómo no recordar a la modelo y actriz británica Cressida Bonas? Es la hija menor de la it girl de los sesenta Mary-Gaye Curzon y el empresario Jeffrey Bonas, además de nieta del sexto conde Howe, La familia Bonas fue proveedora de comida y carniceros, propietarios de fábricas textiles e inventora del elástico para las medias de las mujeres. Pero su nombre sonará mucho más si decimos que fue novia del príncipe Harry.

Cressida conoció al hijo menor de Carlos III gracias a su amiga la princesa Eugenia de York, que hizo las presentaciones oportunas en mayo de 2012. Los jóvenes iniciaron una relación que duró hasta el 30 de abril de 2014, fecha en la que anunciaron que se habían separado de forma amigable. Ese mismo año, la modelo fue fotografiada por Mario Testino para la revista Vanity Fair e inició su gran despliegue como imagen de varias marcas y campañas.

La ruptura de la pareja no impidió que fuese una de las invitadas al enlace real de los duques de Sussex, en mayo de 2018 y, en octubre de ese mismo año, a la boda de Eugenia de York y Jack Brooksbank. Ella también volvió a enamorarse y en agosto de 2019 anunció su compromiso con Harry Wentworth-Stanley, con quien se casó un año después en Cowdray Park. La pandemia restringió la ceremonia a una treintena de inivitados. Hoy es madre de un niño que nació en noviembre de 2022.

Nada de lo ocurrido en la Casa Real británica, ni siquiera las andanzas de su exnovio, el príncipe Harry, han hecho mella en la amistad que mantienen Cressida Bonas y la princesa Eugenia. Hace unos días disfrutaron de una tarde de música, confidencias y risas en el pub Walmer Castle. La velada no se prolongó más allá de las diez de la noche, momento en que las jóvenes salieron del local y se despidieron con un cariñoso abrazo.

Era la primera vez que se veía a la princesa Eugenia después del anuncio del diagnóstico de cáncer de su tío, el rey Carlos. Es significativo que busque el apoyo de Cressida en este momento de gran vulnerabilidad, puesto que su madre también ha sido diagnosticada de un melanoma con mal pronóstico y su primo Guillermo tampoco pasa sus mejores horas, con Kate Middleton convaleciente y asumiendo con incertidumbre algunas funciones reales sobrevenidas por la enfermedad del padre.