Fuerza mayor
La tormenta Amy obliga a Carlos III a cerrar con urgencia las puertas de Balmoral
La borrasca golpea fuerte en el Reino Unido y ha dejado al menos un muerto
Las condiciones climáticas que se viven este fin de semana en el Reino Unido han obligado a Carlos III a cerrar el castillo y finca de Balmoral, su residencia escocesa, un lugar muy visitado.
La tormenta Amy, que azota la zona con ráfagas de viento de hasta 100 km/h habría puesto en peligro la seguridad de los visitantes. De hecho, la zona de Balmoral se encuentra en alerta amarilla desde el viernes. Ya el viernes, el recinto echó el cierre antes de lo previsto, permitiéndose el último acceso a los visitantes a las 15:00 h.
La Oficina Meteorológica ha advertido que la tormenta podría causar daños a edificios, cortes de electricidad y lesiones por escombros proyectados.
Esta no es la primera vez que el Castillo de Balmoral cierra al público por las condiciones meteorológicas. El 4 de agosto, fue la tormenta Floris, con ráfagas de hasta 136 km/h. la causante. "Por favor, no intenten venir a la finca. Se reembolsarán las reservas programadas para hoy. Por favor, manténganse a salvo", advirtió la residencia de Carlos III en su cuenta de Instagram.
"El mejor lugar del mundo"
Balmoral es una finca muy importante para el rey Carlos III . Era el lugar donde la reina Isabel II vivió sus últimos días. Lo consideraba su refugio personal y sitio preferido en el mundo. Para Carlos III seguir con las tradiciones en Balmoral implica conectar con la historia y los valores familiares que han marcado a la Casa Windsor.
Igual que su madre, encuentra en Balmoral su refugio de paz. Cada verano, el rey y algunos miembros de la Familia Real se instalaban en esta majestuosa residencia escocesa rodeada de naturaleza.
El castillo, escenario de reuniones familiares e hitos históricos, permaneció cerrado al público durante mucho tiempo, pero el hijo de Isabel II decidió cambiar las normas al acceder al trono y promovió su apertura, reflejando un deseo de compartir este símbolo del arraigo real con la sociedad. Incluso abrió las puertas de la finca a los visitantes durante el verano, una decisión que alegró tanto a los admiradores de la Corona como a los residentes escoceses, que finalmente pueden descubrir esta joya enclavada en su territorio.