Papel fundamental

Paloma Rocasolano, la mujer que siempre estuvo ahí

A raíz de la separación de su hija Telma con Robert Gavin Bonnar, la madre de la Reina Letizia vuelve a estar en el centro de la atención mediática

Paloma Rocasolano
Paloma RocasolanoGtres

La primera vez que escribí sobre la figura de la Reina Letizia en la revista «Point du Vue» en la que la describía como controladora, trabajadora, autoexigente, comprometida, noble y sagaz, alguien del entorno de Casa Real me hizo saber que Paloma Rocasolano lo había leído y «lo había clavado». Y es que la madre de la Reina siempre está ahí, muy atenta a todo lo que rodea a sus hijas y nietas, en la tercera fila de los Premios Princesa de Asturias, pero ahí y más presente de lo que la opinión pública cree en Zarzuela. La actualidad ha devuelto la figura de Rocasolano al centro de la atención mediática. Esta vez no por asuntos vinculados directamente a la Casa Real, sino por su papel clave como apoyo familiar en un momento delicado para su hija menor, Telma Ortiz. Tras la reciente separación de esta y el abogado irlandés Robert Gavin Bonnar, diferentes medios españoles han trazado un panorama en el que Paloma aparece como refugio emocional y potencial anfitriona de su hija.

Paloma Rocasolano y Ana Pastor en los Premios Princesa de Asturias 2023
Paloma Rocasolano y Ana Pastor en los Premios Princesa de Asturias 2023Gtres

La noticia de la separación fue adelantada por «Vanitatis», que ha seguido de cerca la evolución de la pareja y desveló detalles sobre la ruptura. Según este medio, el distanciamiento se fue gestando hace meses y tuvo un punto crítico durante un acto público de Gavin Bonnar. A partir de ahí, otros medios comenzaron a ofrecer nuevas piezas sobre la reorganización vital de Telma. Y de ahí, la búsqueda de los medios por aportar algo nuevo. «Vozpópuli» publicó que Telma podría trasladarse a una de las viviendas que posee su madre en el barrio madrileño de La Marroquina, en Moratalaz. Se trata de un lugar muy significativo para la familia Ortiz Rocasolano, ya que fue allí donde Paloma crio a sus hijas tras separarse de Jesús Ortiz. Esta mudanza, que aún no ha sido confirmada oficialmente (ni se hará), representaría no solo un cambio residencial, sino un retorno simbólico al núcleo familiar. Paralelamente, «El Español» difundió informaciones que apuntaban a posibles problemas económicos derivados de la separación, incluyendo impagos de alquiler y riesgo de desahucio en la vivienda que Telma compartía con Bonnar en La Moraleja. Estas afirmaciones, sin embargo, no han sido confirmadas por la propia Telma ni por fuentes oficiales. La revista ¡Hola! analizó la «nueva vida» de Telma, mencionando como opción probable la mudanza a una casa materna y citando a «fuentes cercanas» para sostener esta versión. Y así estamos en esto del periodismo sin declaraciones. En este panorama lo único claro es que Paloma Rocasolano emerge como el eje central de esta historia, siempre discreta como lo ha sido con todo lo relativo a su nieta Carla Vigo y su lucha vital.