Opinión
El diario de Amilibia: La democracia somos yo y mi señora
Parece claro, en medio del caos, que Él es la democracia y el caos a la vez
Leo que el principal eslogan de Él en la campaña electoral catalana ha sido y es «democracia o fango». Estas ofertas con dos opciones me remiten inevitablemente al gran chiste de Ramón que fue portada de «Hermano Lobo» y al que acudimos recurrentemente los bufones. Dice el preboste al pueblo desde su púlpito: «O nosotros o el caos». El pueblo, a coro: «¡El caos, el caos!». El preboste: «Da igual, también somos nosotros». Parece claro, en medio del caos, que Él es la democracia y el caos a la vez, cosa totalmente factible porque Él vive en un mundo cuántico donde habitan felizmente una cosa y su contraria. Pronto le oiremos decir, y no será una sorpresa, que «la democracia somos yo y mi señora», y de ahí que atacarle a Él o a su señora, sea atacar a la democracia, la libertad, la Constitución y al Día de los Enamorados.
Parodiando el chiste, Él también podría preguntar al pueblo, suponiendo que tenga ganas de preguntar algo: «O yo o los bulos». Y si el personal responde «¡los bulos, los bulos!», Él rematará: «Da igual, también soy yo». Porque, lo diré ya, también los bulos son suyos. Es más, algunos hermeneutas están empezando a considerar que Él es en realidad un bulo, o sea, un artificio creado por Él y para Él. Un trampantojo sostenido por los sociatas más cachondos para divertirnos un rato mientras esperan el Advenimiento de un Álvaro García Ortiz que sea fiscal en el Juicio Final. Pero, de momento, Él estudia la creación del Ministerio de la Verdad. Porque la verdad también es Él.
«Democracia o fango». Dice el millón de asesores monclovitas que puede ser mitad y mitad. Y no olvidemos que hay tratamientos con fango muy buenos para la piel. Su piel, su cara.
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