Amor

Sara Carbonero: así se forjó su romance con Kiki Morente

El origen de una historia de amor: el día que Kiki presentó a la periodista a la matriarca del clan Morente

«No es lo que vivas sino con quien lo vivas». Sara Carbonero dejaba un enigmático mensaje en sus redes sociales tras una noche inolvidable en la casa de la aristócrata Coqui Font, madre de la actriz Yolanda Font. La periodista había acudido a un concierto que iban a ofrecer en el Jardín Botánico de Madrid, los cantaores Estrella Morente y Kiki Morente, hijos del inolvidable Enrique Morente. Kiki presentó a Sara a su abuela materna y matriarca del clan, Rosario Muñoz, de 91 años, madre de la bailaora Aurora Carbonell, viuda de Enrique Morente. Era un momento importante. Rosario nunca había conocido a novia alguna del joven cantaor. El detalle de la presentación es significativo y revelador. Kiki quiso que Sara percibiese lo importante que es para él. Tanto la hermana del cantaor, la gran Estrella Morente, como la abuela Rosario estuvieron muy cariñosas con Sara Carbonero.

Sara y Kiki Morente llevan dos meses de relación. Se conocieron gracias a la mujer del percusionista de su grupo, Pedro Barbarre, «Popo» que es, además, primo hermano del cantaor. Vicky Marcos, una de las más cercanas amigas de Sara es amiga de la mujer del «Popo» y a partir de una casualidad, comenzó una relación, que fue un flechazo desde la primera mirada. Desde entonces los encuentros de la pareja habían sido muy esporádicos, dados los compromisos profesionales y circunstancias familiares de ambos. Sin embargo, Kiki ha viajado a ver a Sara, cuando ella se ha desplazado fuera de Madrid. Kiki visitó a la periodista en el viaje que hizo hace dos meses a Cádiz. El artista viajó desde Granada para reunirse con su novia que estaba pasando unos días con sus amigas y con Raquel Perera. La química que hay entre ellos ha hecho muy felices a las amigas de la comunicadora, preocupadas por ella ante su reciente separación del futbolista Iker Casillas. Kiki y Sara se quedaron unos días en un romántico y secreto encuentro que consolidó lo que ambos sentían. Desde entonces se han visto siempre que han tenido ocasión de manera discreta. Pero lo ocurrido en la casa de Coqui Font, en la que se mostraron con naturalidad y dando evidencias del cariño que hay entre ellos, y la estrecha relación de la familia de Kiki con Sara, ha sido interpretado por el entorno de Carbonero como un paso adelante en la relación.

José Enrique Morente Carbonelles el tercer hijo del mítico cantaor Enrique Morente y de la bailaora Aurora Carbonell. Es hermano de la también cantaora, Estrella Morente y la cantante y actriz, Soleá Morente. Nació en Granada el 30 de diciembre de 1989. Sus 31 años contrastan con su basto bagaje profesional y su exquisita formación musical. Cursó estudios en el conservatorio durante diez años gracias, entre otras circunstancias, al empeño de su padre que ha sido siempre su guía. «Si no hubiera sido por la rectitud y buenos consejos de mi padre no habría llegado a ser lo que soy», ha confesado más de una vez. Avezado guitarrista, se acompaña en algunos de sus conciertos por su propia guitarra que le facilita la composición. Sorprendió a su padre cuando decidió cantar. Kiki tenía tanto respeto al gran Enrique que no quería que le viese en sus primeros conciertos, aunque como él mismo decía «sé que se escondía entre el público para oírme y sé que si no hubiese servido me lo habría dicho». Kiki acompañaba a su padre desde 2005 por escenarios de todo el mundo en sus giras. Esta circunstancia, no solo le ha permitido tomar contacto con las tablas sino beber de fuentes de la música que nada tienen que ver con el flamenco. Kiki conoció y colaboró entre otros con artistas tan dispares como Michael Jackson o Leonard Cohen. Su respeto por lo clásico se ha dejado ver en sus cante y su primer disco «Albayzin» en el que recorre los palos del flamenco antiguo pero deja notas de una fuerte personalidad y de su estilo propio. En ese primer disco rinde homenaje a su padre donde recorre su infancia y juventud a su lado, «una vida sencilla, bonita y sana», contaba el joven cantaor. En el trabajo que está preparando podremos disfrutar de esa ecléctica formación, sin abandonar la esencia del cante.

La muerte de su padre dejó muy tocada a toda su familia pero especialmente al pequeño de la saga. Kiki tenía como guía y referente a su padre por su arrojo y arte pero también por una vida dura y humilde antes de triunfar. Los 20 oficios que tuvo Enrique Morente durante su vida hacían poner los pies en el suelo a Kiki, agradeciendo su ejemplo y la situación privilegiada por el respeto que desprende el apellido y figura del mítico cantaor.

Kiki es un joven con mucha experiencia profesional y volcado en su pasión por la música. Leal amigo, sensible, muy familiar y entrañable, simpático y con mucha personalidad y talento. Ni siquiera sus más cercanos amigos le han conocido una pareja estable y «oficial». Por ese motivo cobra tanta dimensión el hecho de dar a conocer a su familia a Sara Carbonero. Sara ha quedado encandilada por la sencillez, el talento y la sensibilidad del joven cantaor. Ambos merecen vivir y disfrutar de estos mágicos y comunes momentos.

Los mensajes de amor que se dedican en redes sociales son constantes y muy emotivos. En la fiesta en la que Sara conoció a la abuela del cantaor, ambos interpretaron al unísono ante sus amigos y familiares una canción en la que se ven reflejados porque viven en distintas ciudades y deben hacer frente a compromisos profesionales que les impide pasar más tiempo juntos. Al día siguiente los dos subieron a sus historias de Instagram la canción titulada «Amor en la distancia», en clara referencia a la historia que están viviendo.

Discreción en los conciertos

Sara ha acudido a algunos conciertos de Estrella Morente, intentando pasar desapercibida. El pasado viernes 2 de julio, fue al espectáculo que la cantaora ofreció en Boadilla del Monte y en la que Kiki hizo los coros e interpretó algún tema en solitario. Sara llegó casi al inicio del concierto y se ubicó en un lugar discreto para no ser reconocida. Al final del espectáculo ambos se dirigieron a la casa de Sara en distintos coches. Llegaron a la puerta de la urbanización a las 2:30 de la madrugada. Sara esperaba en la puerta para que el cantaor pudiese entrar. La pareja ha pasado un intenso y romántico fin de semana juntos en la casa que la periodista compartía con Iker Casillas, antes de que la periodista viajase a Oporto con sus pequeños para pasar unos días con las amigas que hizo en los años de estancia en la bella ciudad portuguesa. Kiki tenía previsto visitarla y recorrer los rincones más especiales juntos, pero al desvelarse el secreto de la incipiente relación ha hecho frustrar ese viaje. La pareja ha intentado llevar la relación con mucha discreción pero todo el entorno de Sara y del cantaor conocen el amor que les une y que junto a los más allegados, no disimulan ni esconden. Sara merece esta felicidad tras una triste separación. Kiki ha aprendido de la vida y ha forjado una personalidad fuerte y sensible. Sin duda puede ser el complemento perfecto para Sara Carbonero.