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¿Quién es quién en la familia de Kiki Morente, la NUEVA pareja de Sara Carbonero?

El cantaor y la periodista llevan varios meses de relación

Kiki Morente, cantaor
Kiki Morente, cantaorKiki Morente instagramKiki Morente instagram

Sara Carbonero recupera la ilusión junto a Kiki Morente, una noticia que publica hoy en exclusiva la revista Semana. La periodista parece haber iniciado una relación con el cantaor, hijo de Enrique Morente y la bailaora Aurora Carbonell, y hermano de Soleá y Estrella.

José Enrique Morente Carbonell, cantaor, más conocido en el mundo del arte flamenco con el nombre artístico de Kiki Morente, tiene 31 años y nació en el barrio de Albayzín (Granada).

Además de su apellido, el novio de Sara Carbonero ha heredado su pasión por el flamenco. Tiene además un gran sentido del humor, dos aspectos que han conquistado a la ex esposa de Iker Casillas. Su primer disco Albayzín (2017) es un homenaje a su casa y a sus orígenes. Viene avalado por Universal y con la producción de Juan Carmona Camborio y su hermana Estrella. Además, en él han colaborado los mejores guitaristas del momento, desde los Habichuela a Diego del Morao, pasando por Montoyita, Juan Carlos Romero o Rafael Riqueni.

Enrique Morente le inculcó desde pequeño la afición por la guitarra, llegando a cursar estudios superiores del instrumento en el Conservatorio de juventudes musicales de Granada; de ahí que sea habitual verle acompañarse a sí mismo a la guitarra en sus conciertos. En 2010 inicia su carrera musical en solitario.

El propio Kiki reconoce en su hermana Estrella a una maestra. Es la “nueva patriarca”, la que ha “cogido los remos”, la suma sacerdotisa del legado. “Me pasa un poco como me pasaba con mi padre, llega un punto en que separas lo que es tu hermana de Estrella. Me ha enseñado desde chiquitito y me sigue enseñando y ayudando”. Estrella Morente es la única que vive en Málaga y que está casada. La primogénita de la saga Morente Carbonell se casó con el diestro Javier Conde con quien tuvo dos hijos, Estrella y Curro. La cantaora y el torero llevan juntos más de 20 años. La pareja contrajo matrimonio ante la imagen de la Patrona de Granada, en la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias. Era el 14 de diciembre de 2001. Acontecimiento popular en la capital de la Alhambra porque los Morente siempre han sido muy queridos en su tierra. En Málaga el torero ha ejercido de empresario de la Malagueta, tiene con su familia un restaurante muy popular y emprendió con Estrella un negocio hotelero en Ronda.

Estrella Morente conoció al torero poco tiempo después de que él rompiera su convivencia conMarta Sánchez.

Los tres hijos de Enrique Morente cantan. Comenzaron como palmeros y coristas en el grupo de su padre, que tan solo tuvo la oportunidad de ver triunfar a la mayor ya que falleció tras las complicaciones sufridas en una operación de cáncer de esófago. Con sus hijos menores, Kiki y Soleá compartió su formación académica. Morente padre acudía, de oyente, a las clases universitarias de su hija Soleá, licenciada en Filología Hispánica. “Se ponía a mi lado en el aula. La gente me decía: ‘Qué haces sentada con Enrique Morente’. No sabían que era su hija, claro”. Con Kiki, el cantaor dio un paso más. “Estaba estudiando en el conservatorio, pero me escapaba para ir a jugar al fútbol. Para que no me fumase las clases mi padre se inscribió también, como alumno. Todos los estudiantes tendríamos 12 años. Y allí estaba él, con nosotros. Cuando llegaba a casa él se ponía a repasar en el pentagrama”, cuenta.

Soleá, la mediana, de 33 años, es la más desconocida de la saga pero no la menos artista.Nació en Madrid, pero se crió en esa casa del Albaicín. Cumplió el sueño de su padre, que quería que su hija tuviera una carrera universitaria antes de adentrarse en la música. Estudió Filología hispánica. En Soleá se materializa el flamenco fusión de Morente padre en su obra Omega y que ella ha adoptado mezclando los palos jondos con el pop, el rock o la música Indie. Hasta 2015 no lanzó su primer disco en solitario, que preparó con su padre “Tendrá que haber un camino”; casi coincidiendo con la salida del segundo, Ole Loreley, le concedieron el Premio Princesa de Girona en su categoría de Artes y Letras para jóvenes talentos.