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Entrevista

Casilda Finat, la aristócrata que triunfa con sus joyas ‘low cost’: “Muchas de mis piezas tienen inspiración religiosa”

Tamara Falcó o Victoria Federica son algunas de las clientes de las piezas «low cost» de esta empresaria, heredera del Ducado de Pastrana, que arrasa en redes y no deja de abrir tiendas físicas

La diseñadora de joyas Casilda Finat con vestido de Inés Domecq
La diseñadora de joyas Casilda Finat con vestido de Inés Domecq@casildafinatmc

«Me llaman pija y sí, lo soy», afirma Casilda Finat, una de las aristócratas españolas que, dejando el título a un lado, triunfa con la marca de joyas que lleva su nombre. «Reconozco que no me puedo quejar porque tengo mucho más que otros, pero también te digo que el palacio es de mis abuelos y tener un título no te da mil euros al mes».

Finat es nieta y heredera del Ducado de Pastrana, además de vizcondesa de Rías. Creció en un entorno privilegiado, como es la finca de El Castañar, en Toledo, lugar por el que pasaron reyes como Alfonso XIII y Juan Carlos I. En la actualidad, allí residen sus abuelos, rodeados de obras de algunos de los mejores pintores de nuestra historia, como Valdés Leal, Luca Giordano o Madrazo, pero tan interiorizado ha tenido esto la empresaria que ni se había dado cuenta: «Ahora que me lees la lista te diré que ni sabía de quien eran. Siempre han estado ahí. Solo tengo identificado una copia de un cuadro de Goya, pero porque conozco la obra», confesaba esta aristócrata que por amor se trasladó a vivir a Sevilla, aunque ya ha vuelto a la capital.

La naturalidad que caracteriza a esta emprendedora es posiblemente una de las bazas con las que la diseñadora de joyas ha conquistado las redes sociales, donde acumula más de 300.000 seguidores en su cuenta de Instagram: «Se lo debo todo a las redes sociales y a veces pienso que eso es una faena, porque el día de me muera no sé si mi empresa tendrá futuro», explica. «Yo soy quien soy por Instagram. Las críticas me suelen dar igual, porque tengo mucho sentido del humor y, por ejemplo, me río muchísimo con cuentas como @Hazmeunafotoasí (un perfil de Instagram que trata de manera irónica el mundo de las influencers). ¡Me encanta! Además, te seré sincera, tampoco creo que me critiquen tanto. No soy de las que quiere buscarle las cosquillas a nadie. Por ejemplo, hace unos años puse una foto de un torero dando la vuelta al ruedo con dos orejas y la gente me llamó hasta asesina. Debieron de pensar que era una sádica, pero eso debe ser gente que no sabe qué es de verdad el mundo del toro. Luego pensé que hay cosas que pueden herir la sensibilidad de algunas personas que a lo mejor no están acostumbradas a esto. Yo soy partidaria de respetar todo y no voy a decir que soy antitaurina, pero decidí que no quería publicar nada más sobre ese tema. Al final lo que busco es vender mis joyas».

Y no le va mal con sus diseños. En la actualidad, la empresa que lidera da trabajo a 18 empleados, fabrica parte de su producción en España y cuenta con tiendas en Madrid, Sevilla, Barcelona, Oviedo, Valencia y acaba de abrir en Zaragoza. Con un precio medio muy accesible (podemos encontrar piezas desde 7,50 euros), el estilo maximalista de Casilda es en parte responsable en nuestro país de que muchas jóvenes vayan cubiertas de joyas, de la cabeza a los pies: «Soy cero minimalista. De hecho, suelo llevar muchas joyas. Ahora mismo cuento unas quince ¡y son pocas para lo que acostumbro!». En su universo, que podríamos describir como la versión económica del maravilloso Fulco di Verdura, se puede encontrar casi de todo, desde charms en forma de frutas a flores, caballitos de mar y hasta medallas de la Virgen: «Soy muy religiosa. Eso es una cosa que no oculto nunca. Mis padres me educaron en la fe católica y para mí eso es lo más importante», explica. De hecho, ha dedicado piezas tanto a la Virgen Milagrosa como al Corazón de Jesús.

Clientas Vip

Parte del éxito del negocio, eso sí, se lo debe a su marido, Álvaro Martínez-Conradi, y a sus amigas, entre las que siempre se destaca a Tamara Falcó y Victoria Federica: «Álvaro lleva todo el negocio, él es quien está detrás de Casilda y sino fuera por él, esto sería un desastre. Lleva toda la parte financiera, lo aburrido», explica la diseñadora. «De mis amigas, siempre me preguntan por Tamara y Victoria Federica. A Tamara me la presentó mi prima Andie. En cambio, a Victoria Federica la conocí después de que fuera clienta. La veía con mis pendientes y a raíz de eso surgió todo. Yo ya le dije que le regalo los que quiera», se sincera.

Lo cierto es que la hija de la infanta Elena es una gran aficionada a las joyas de Casilda Finat y uno de los hits que ha lucido la sobrina del Rey fue, precisamente, un modelo de pendiente llamado Leticia: «Fue una casualidad que se llamaran así. Se los puso para una fiesta y la sacaron en todos lados», recuerda la empresaria a la que no le importaría que la propia Reina luciera sus joyas. «Ojalá, me encantaría pero quizás se los veo más a Leonor o Sofía». Y no sería de extrañar porque Finat ha sabido dar con la clave del éxito, y eso ningún título nobiliario te lo garantiza.