Isabel Pantoja se enfrenta a sus Navidades más amargas

La magia de la Navidad no se vislumbra en las lindes de Cantora, nadie cantará villancicos en Nochebuena, ni recibirá con cánticos y felicitaciones la entrada del año nuevo. Serán unas Navidades muy amargas tras la muerte de la matriarca doña Ana, el nuevo embargo de Hacienda y los enfrentamientos familiares.

Isabel Pantoja, nos cuenta una fuente cercana a la tonadillera, “tiene la moral por los suelos, no levanta cabeza, las deudas se acumulan y los ingresos son escasos, la desunión familiar es más que evidente, y la nuera de la cantante, Irene Rosales, acaba de confirmar que no irá a Cantora”, lo que significa que tampoco lo harán su marido, Kiko Rivera y sus dos hijas.

En el caso de la hija de la Pantoja, Isa, es improbable que aparezca por la finca en estas fiestas, habida cuenta de que su pareja y su madre no se pueden ver ni en pintura. Hasta se rumorea que brillará por su ausencia en la futura boda de Chabelita con Asraf Beno.

Quizá haga acto de presencia la sobrina Anabel con su recién estrenado marido, Omar. La influencer es incondicional de su tía. De eso no queda la menor duda. Es de las pocas que tiene acceso directo a la cantante. El resto deben pasar por el filtro del tito Agustín, la mente pensante que dirige los destinos de su mediática hermana.

Hace años, Cantora se convertía en una gran fiesta, eran otros tiempos, la familia estaba unida y los villancicos, las zambombas, las panderetas se adueñaban del lugar. Hoy todo es distinto. Nadie quiere recuperar esa magia de la que hablábamos. Isabel está más sola que nunca.