![Bahía de Genoveses, en el parque natural de Cabo de Gata-Níjar](https://fotografias.larazon.es/clipping/cmsimages01/2020/06/26/411AF869-DDC3-4A80-BBE0-237E0BE086F6/66.jpg?crop=480,480,x400,y0&width=150&height=150&optimize=low&format=webply)
Enfrentamiento
Isabel Pantoja rehúye a su hijo Kiko Rivera a la hora de hablar de sus desafueros
“La mujer cariñosa, comprensiva y conciliadora se tornó de nuevo en la prepotente y soberbia, carente de sentimientos”
![Kiko Rivera e Isabel Pantoja](https://fotografias.larazon.es/clipping/cmsimages01/2021/09/26/161899F2-C8AA-48B0-B64F-66E673A6C361/98.jpg?crop=720,405,x0,y0&width=1900&height=1069&optimize=low&format=webply)
Quince minutos que recuperan a una madre, pero que resultaron un espejismo. Ese cuarto de hora en el que Isabel Pantoja y su hijo Kiko se fundieron en un fuerte abrazo que sabía a reconciliación, se difuminó horas después, cuando la tonadillera hizo oídos sordos a la petición de su vástago para aclarar, de una vez por todas, todos los asuntos que les mantenían separados desde el verano del 2020.
La mujer cariñosa, comprensiva y conciliadora de la noche anterior, la del día de la muerte de la abuela doña Ana, se tornó en la prepotente y soberbia, carente de sentimientos. El lenguaje dio un vuelco total.
Kiko le había perdonado los temas económicos que les separaban, un abismo, casi nada, pero quedaban por aclarar otras cuestiones familiares.
![Isabel Pantoja y su madre doña Ana](https://fotografias.larazon.es/clipping/cmsimages02/2021/09/17/6BEC7851-EE6E-48A1-AE06-E997918C71F5/58.jpg?crop=616,349,x2,y0&width=1000&height=567&optimize=high&format=webply)
Isabel se hizo la tonta y rechazó los argumentos de su hijo, se enervó, como siempre, y le dejó muy claro que no tenían nada de que hablar.
Las malas lenguas nos conducen a los negativos consejos de Agustín, el hermanísimo, el bautizado como “Rasputín de Cantora”, que enfrentado en el juzgado y en la vida a su sobrino, debió recomendar a su mediática hermana que no diera su brazo a torcer con su hijo.
El dj está hecho un lío, no entiende el cambio de actitud de su madre, estaba dispuesto a perdonar antiguas rencillas y olvidar malos episodios pasados. Pero la tonadillera, pasadas las horas más dramáticas tras el fallecimiento de su progenitora, ha recuperado la “mala leche”, la incomprensión y el carácter dictatorial que se le supone. Es decir, que el enfrentamiento entre ambas partes no tiene fin.
✕
Accede a tu cuenta para comentar