Raquel Sánchez Silva vive su cumpleaños más convulso

Raquel Sánchez Silva cumple 49 años, una edad que debería ser de madurez y calma al bordear el medio siglo, pero que en el caso de la presentadora le llega en un momento complicado. Raquel vive desde hace años inmersa en la tormenta mediática que sigue significando la muerte de su marido, Mario Biondo, fallecido en mayo de 2013. Sus padres Pippo y Santina Biondosiguen en la pelea por conocer las causas de la muerte de su hijo y atar los cabos sueltos en una investigación que, a día de hoy, sigue dos vías paralelas: la de la justicia de Palermo y la cerrada por la judicatura española.

Mientras Raquel intenta mantener un perfil bajo centrada en sus dos hijos y su marido y sin querer hacer declaraciones al respecto, los padres de Biondo han contratado una agencia de detectives española que investiga de forma paralela posibles pistas con un fin: reabrir el caso en España. Según Pippo, no se trata de una quimera, “en Italia se ha abierto recientemente un caso después de 25 años y otro después de 32 años, aún quedan pruebas por conocerse, sobre todo con las nuevas tecnologías”.

Según el padre de Mario, la investigación sigue su curso y va por buen camino. Respecto de las pesquisas presentadas por Emme Team, la empresa tecnológica contratada por la familia para hallar pistas basándose en el rastreo del router wifi de la casa de Raquel y la mensajería de teléfonos la noche que murió Mario, Biondo asegura que “en Italia el Ministerio Público de Palermo tiene todas las certificaciones de la investigación del equipo Emme Team. Las presentamos el 15 de noviembre y próximamente presentaremos otras muy importantes. Ahora estamos a la espera de una fecha de la audiencia ante el Juez de Instrucción con nuestros abogados”. La cita es clave, en juego está que la justicia italiana prorrogue otros 6 meses la investigación, entre otras cosas para dar tiempo a que los detectives españoles presenten nuevos indicios.

Un caso de ida y vuelta

Se trata de un caso con múltiples giros. El último, la decisión tomada por el Tribunal de Apelaciones de Palermo, el pasado 15 de octubre, de cerrar el caso. Una decisión que reconducía la Fiscalía General de la República, un mes después ordenando reabrir la causa, al conocerse que la tercera autopsia realizada por el forense Paolo Procaccianti, analizó muestras de restos biológicos que no se correspondían con el cuerpo de Mario. Pese a los vaivenes judiciales, Pippo y su mujer, Santina, se muestran optimistas; “estamos confiados en que podamos reabrir el caso en España de nuevo. Para eso está trabajando el equipo de detectives contratados en España. Ojalá pueda hacerse realidad”. Sobre los dos sospechosos identificados, que las investigaciones de la familia situaron como cercanos al círculo de Raquel, Biondo prefiere ser cauto. “No se sabe nada aún, hasta donde sabemos no hay nadie que esté siendo investigado. Todavía”.