Entrevista
Laura Ponte: “Nunca me he considerado ‘top’ de nada”
La maniquí, que triunfó en los años noventa, se baja de las pasarelas para lanzarse al diseño de moda
Arrancamos fuerte. «Acción de reverenciar o rendir culto a un ser que se considera de naturaleza divina. Ej. Los cristianos adoran a un solo Dios», así define la RAE lo que siento yo por esta mujer. Véase, adoración. Mejor, oye, no podía estar descrito. Porque es un alma libre, poderosa, inquieta, creativa y feliz dentro de un cuerpo de perfección 90/60/90. Resumo currículum: saltó, sin querer y sin interés, al mundo de la moda y la moda nunca la ha soltado. Primero, fue megatop, esa raza superior que poblaba la Tierra en la década de los 90 y ni Linda Evangelista ha sobrevivido. Ella, sí. Reconvertida en diseñadora. De moda nupcial y joyas. De belleza única. Porque ella nunca fue común. A ver, cómo iba a serlo, ¿no? Sería tan ordinario... Con ustedes, Laura Ponte.
¿Qué fue antes? ¿La modelo o la diseñadora?
Alguien que dibujaba caras, espacios, joyas y vestidos en clase.
Lo de estar todo el santo día creando, ¿no es agotador?
Mi cabeza es entretenida. La producción es otro proceso… Y tampoco voy al límite.
¿Se puede ser moderna, imaginativa, libre o desprejuiciada en el mundo de la moda nupcial?
Una novia puede ser lo que quiera. Otros asuntos son las circunstancias. El dónde, cómo, cuándo y con quién hacen verdaderas metamorfosis. Soy un canal que las anima a no perder su identidad, que yo también me casé.
Cuando una madrina–diva llega a su taller, ¿cómo reacciona usted? ¿Más diva todavía?
No he tenido el gusto… De momento.
Dicen que los diseñadores, en realidad, odian a las mujeres, haciéndolas subir en tacones altísimos o embutiéndolas en faldas imposibles…
No les daría tanto poder… Creo en la independencia femenina.
Esa prenda y ese diseñador que usted jamás ha entendido.
Creo que lo puedo entender todo. Otra cosa es que alabe el gusto.
Su prenda fetiche.
Una americana. Con sus muchos bolsillos. Muy práctica para personas como yo, que llevan lo mínimo encima. Aunque lo mínimo acaba multiplicándose por desidia de vaciado.
¿Y su piedra favorita?
Con la que tropiezo mucho y acabo cogiéndole cariño.
Chándal, calcetín de tenis, zuecos de enfermera… ¿El Apocalipsis está cerca?
Cada uno que se lo monte como quiera, no seré yo quien juzgue a alguien por ir cómodo. Admiro mucho a la gente que se lo monta fácil, es práctica y le da igual lo que piensen los demás.
Madonna y usted son inasequibles al desaliento, siempre las más modernas, siempre fuera de las normas. ¿Renovarse o morir es su mantra?
Moderno es lo que pertenece al presente y en el presente cohabitamos un sin fin de personas con inquietudes de lo más diverso y peculiar. Yo no soy de las peculiares, pero sí inquieta. La renovación me parece más amable que la muerte, que llegará...
Corríjame si me equivoco, pero usted es como Leonardo da Vinci en mujer: diseña todo lo que se le pone por delante y no hay nada que se le resista… ¿O sí?
Desafortunadamente, solo comparto la L que encabeza los nombres. Si algo me interesa y tengo tiempo y algo de constancia, ¿por qué no estudiarlo, practicarlo o desarrollarlo? Diseñar, crear es fácil. Todos lo hacemos constantemente.
Durante los años noventa, la Tierra fue poblada por una raza superior: las supermodelos. Y usted era top, top. Hoy, con las Kardashian enfundadas en látex, ¿se siente un ejemplar único de una especie casi extinta?
Nunca me he considerado top de nada. Y con látex o sin látex, cierto es que me costó entender que pintaba yo por aquí, en la moda.
Siguiendo con las Kardashian, ¿le hubiera gustado que hubieran sido tendencia en su época y haberse podido comer así un cachopo cada lunes?
Subir hasta arriba la cremallera no me ha preocupado mucho nunca. Quizás por eso miraba mucho de lado.
¿No le dan envidia las Kardashian? Le confieso, a mí, mucho.
La envidia es mala compañera. Y es más peligrosa la ignorancia. No deberíamos proyectar tanta felicidad ajena.
¿Responde a las tendencias, o, para ellas, está siempre comunicando?
(Ríe) Soy la típica que siempre tiene el buzón lleno.
En su opinión. ¿Esa estrella que es muy mona, pero está completamente equivocada?
Sé cuándo me equivoco yo.
¿Cómo le ha tratado a usted la fama?
Creo que bien.
¿Algún peaje para el que no estaba preparada?
El día a día. Unos con más éxito que otros...
¿Siempre quiso ser una estrella? Cuénteme su estrategia.
Siempre he querido estar tranquila. En paz. Y allá que vamos. Cada día más contenta. Y feliz.
Eso que usted sabe, que una mujer sencilla y normal no hace, pero usted, pues, oye, sí.
Normales somos todos. Y como únicos, que también somos, cada uno que explore como pueda, le interese o quiera.
¿Y eso que la iguala al común de los mortales?
Que soy el común de los mortales
Si el mundo le echara más ovarios que huevos, otro gallo nos cantaría, ¿no?
Esperando el equilibrio. Que llegará. Todos necesarios e importantes.
Cuando Dicen que Marilyn Monroe, la pobre, pensaba que era invisible hasta que le salieron las tetas, ¿ustedes cuando se dieron cuenta de que todos los focos iban ya hacia su persona?
No conozco a ninguna persona invisible y eso que es uno de los poderes que más me podrían divertir.
Por cierto, ¿le duele la cara de ser tan guapa?
Que no soy guapa.
Cuénteme su secreto y por favor, obvie “beber mucha agua” o “dormir 8 horas”.
El secreto de qué? No tengo secretos. Bebo y duermo poco. Fumo. He empezado a ir al gimnasio hace un mes por mi tensión y mi rotura de coxis. Me mataban los dolores de espalda. Y estoy en ese punto en el que mi cuerpo necesita un empujón .
Eso que se prohíbe a sí misma…
No me prohíbo. Me protejo.
Ese lugar donde se quita la faja...
Nunca me he puesto una faja.
En la ducha, ¿canta?
A veces. No se que efecto produce el agua y la humedad, que te suena mejor la voz. Y que sepas: no me sé la letra de ninguna canción. Me lo invento.
¿Cuál es la mayor estupidez que se ha dicho de usted y sin embargo, no le apetece desmentir?
Algunas. No se desmiente. Quien quiera que se acerque. No tengo secretos.
¿Qué es lo que más le chifla y lo que más le amuerma del amor?
El amor es plenitud. No hay arriba y abajo
¿Usted ama o es de las que se deja querer?
No entiendo uno sin lo otro, per confieso que me ha costado más lo segundo.
¿Cómo tiene que ser su ser amado?
Amor y honestidad es lo mismo
¿Qué quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar?
Yo lo pregunto todo. Y si no, lo investigo.
¿Se ve en MasterChef, en Supervivientes o en La isla de la tentaciones?
Más en la cocina. Por aquello de aprender y cultivar la paciencia.
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Yo no elijo. Me eligen.
Dicen que si uno quiere dedicarse al porno, hay que empezar por el nombre artístico y que el mejor es el que se consigue uniendo el nombre de su mascota con el de su calle, ¿cuál sería el suyo?
El mío da mucho de sí. Doris Paseo de La Habana. Es más de cupletista.
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