Agustín Pantoja desprecia a la prensa en la peor noche navideña de su hermana

En principio, los reporteros que esperaban la salida de Isabel Pantoja habían pactado con el equipo de la tonadillera que hablaría con los periodistas a la salida del recinto donde celebró su concierto anoche, finalmente, dicen que por consejo del hermanísimo Agustín, se montó en una furgoneta con los cristales tintados eludiendo a la prensa. La promesa de minutos antes se diluyó en la fría noche y algunos llegaron a pensar que la cantante estaba muy afectada por la escasa venta de entradas, apenas un treinta por ciento del taquillaje. De todas formas, Agustín ya puso mala cara al ver que un reportero le grababa con su teléfono móvil. Mal presagio de lo que ocurriría después.

Eso sí, lo dio todo en el escenario, e incluso vimos una “reconciliación” no esperada con su hermano Juan, que intervino en el concierto tocando la guitarra con un grupo flamenco. No se les veía juntos desde hacía mucho tiempo. Y se llegó a publicar que su relación era inexistente. Por lo que se ve, si realmente estaban distanciados, anoche se fraguó el reencuentro. Algo que no ocurre con sus hijos. Isa disfruta en Nueva York de unos días de esparcimiento y diversión con los dos grandes amores de su vida, su hijo Alberto y su marido Asraf; y Kiko en la localidad sevillana de Castilleja de la Cuesta con su esposa Irene y sus hijos.

Al dj le preguntaron ayer si deseaba el éxito a su progenitora en su concierto madrileño, y el silencio fue su respuesta. No quiere saber nada de su madre. Y, nos cuentan, que le entró la risa anoche cuando le contaron que Isabel dijo en el escenario, refiriéndose a sus hijos, que “les veo cuando cierro mis pestañas y les llamo sin llamarles”. Frases un tanto banales cuando es evidente que les ignora totalmente. Ni tan siquiera ha sido capaz de felicitar a Isa por su embarazo.