Álvaro Morata mete el mejor gol de su vida como socio de «manolitos»

El delantero del Atlético de Madrid, Álvaro Morata, acaba de meter su mejor gol. No se trata de una chilena por la escuadra, pero tiene que ver con un movimiento casi a la par que valdría de símil para equiparlo al mundo de los negocios. El futbolista madrileño, padre de cuatro hijos con Alice Campello, acaba de entrar, junto a su socio y amigo también futbolista Pablo Nuño (exjugador del S.D. Navarro), a formar parte de la marca que da nombre a los famosos «manolitos». El futbolista es uno de accionistas de la sociedad De Boca en Boca SL, propietaria de la marca Manolo Bakes. Entre dichos socios, entre otros, figuran Pablo Nuño y Ángel Terres, co-fundadores de Manolo Bakes y quienes ocupan los cargos de co-Ceos de la compañía cuya dirección general corresponde a José Antonio del Castillo.

Tal y como comunicó Manolo Bakes vía nota de prensa el pasado 15 de enero, la firma cuenta ahora con el apoyo financiero de VGO Capital, gestora institucional de fondos de capital riesgo, a través de una operación corporativa cuya valoración se estima cercana a los 60 millones de euros. En este contexto, la compañía aborda su objetivo de impulsar su plan de negocio y expandirse fuera de España, preparándose para dar el salto internacional en mercados como Estados Unidos, donde prevé iniciar su expansión a finales de este año, Latinoamérica, Oriente Medio y Portugal, donde recientemente ha firmado un acuerdo comercial con un socio local para la apertura de más de 15 tiendas en los próximos 3 años, previendo la apertura de las dos primeras de ellas en Lisboa durante el primer semestre del año. En cuanto a España, sigue siendo un mercado de crecimiento clave para la compañía donde prevé alcanzar las 100 tiendas en un futuro próximo.

Y es que los famosos croissants se han convertido en una mina de oro. La firma de pastelería dio a conocer hace unos días los excelentes resultados de la empresa en el ejercicio de 2023. Manolo Bakes aumentó su facturación en un 30 por ciento respecto del año anterior, vendiendo más de 32 millones de euros del producto. Tanto es así, que el éxito de la sociedad se estudia ya en las escuelas de marketing. Con un crecimiento consolidado en España, donde la empresa crece cada año, la firma se plantea ahora el siguiente paso: escalar el modelo de negocio para dar el salto al extranjero.

La famosa fábrica de «manolitos» abrió su primera tienda en Madrid en junio de 2018 y desde entonces no han dejado de llenar estómagos golosos. Con 42 tiendas por toda España fabrica a día de hoy 25 millones de croissants al año y vende 70.000 pastelitos diarios.

Todo empezó por un error

Sin embargo, la historia de los croissants no comienza ahí. Colmenar Viejo (Madrid) veía a Manolo Manzano abrir el primer local hace casi 30 años. José Manuel Manzano Gómez decidió seguir el negocio familiar de repostería que habían iniciado su abuelo y continuado sus padres 15 años antes, con las Pastelerías Manolo en un pequeño obrador de la localidad madrileña de Colmenar.

Fue su padre quien ideó la receta magistral a base de masa suave y crujiente de hojaldre dulce. La exquisita receta nació realmente de un error: un exceso de mantequilla en una remesa de croissants. Sin pretenderlo, había dado con el «manolito» perfecto como hoy lo conocemos. En menos de diez años, Pastelerías Manolo ya tenía cuatro tiendas más en Colmenar y, poco después, tres más en Tres Cantos. Las hermanas de Manolo, Remedios y Noelia, también se unieron al legado de su padre. Tal fue el boom, que la pastelería sacaba varias remesas a lo largo del día, pero para las siete de la tarde lo normal era que se hubieran agotado.

Sorprendidos por el éxito, en noviembre de 2012 Remedios decidió patentar la receta del croissant. Los Manzano, Morata, y Nuño acordaron funcionar repartiéndose el 50 por ciento de la empresa con un sistema de franquicias para expandir Manolo Bakes por toda España. Su popularidad y la rentabilidad elevada hicieron que pronto otros futbolistas se unieran, como Sergio Busquets y Thiago Alcántara, en Barcelona, o los hermanos Fernández (Nacho y Álex), en Alcalá de Henares. Hoy los famosos «manolitos» son el producto más pedido en plataformas como Glovo, solo por detrás de McDonald’s.

La negociación tuvo sus «tiras y aflojas»

La fructífera relación entre Álvaro Morata, Pablo Nuño y la familia Manzano, dueños de la receta original de los famosos croissants, no siempre fue así. En un primer momento, lejos de ser socios fueron competidores. Pablo Nuño, presidente de la compañía en la actualidad, contactó con la familia Manzano para llegar a un acuerdo y asociarse, pero recibió la negativa de los pasteleros de Colmenar que no veían clara la idea y tampoco querían desvelar la receta original del exquisito bocado, velando así por el secreto de familia mejor guardado durante varias generaciones. Tras la negativa inicial al cortejo de los «manolitos», Morata y Nuño decidieron crear por su cuenta los «Crosantinos», su propia marca de croissants emulando la receta de su competidor. Una estudiada campaña de marketing y el boca a boca hizo que el éxito de la empresa convenciera a los pasteleros de Colmenar para terminar asociándose finalmente en 2018, y unirse para producir los famosos «manolitos». Ni Diego Simeone ha podido resistir un bocado.