Su horizonte se complica
Hacienda pisa los pies a Amador Mohedano por vender parte de su finca embargada a sus espaldas
El hermano de Rocío Jurado habría realizado transacciones privadas de las que no hay registro público sobre la finca que está en proceso de subasta
Amador Mohedano no levanta cabeza y parece que Hacienda no le va a facilitar las cosas. Menos ahora que sobre la mesa están unas maniobras que se habrían realizado de forma velada y que podrían acarrearle serios problemas con el fisco, como así han adelantado desde ‘Vanitatis’ este miércoles. Por un lado, Hacienda ha sacado a subasta la mitad de la propiedad de la finca Los Naranjos que Rocío Jurado le dejó en herencia a sus hermanos, Amador y Gloria Mohedano. El futuro de estas tres hectáreas que ocupa la propiedad de la familia en Chipiona, Cádiz, está en el aire, a la espera de que se subaste hasta el próximo 10 de junio. Pero no será tan fácil pues, además de los tres embargos que pesa sobre ella, también hay que dilucidar qué ha sucedido con esas supuestas transacciones de compraventa parciales que el hermano de la ‘más grande’ habría realizado para sanear sus cuentas y que, al parecer, no habría comunicado oficialmente para formalizarlo y hacerlo dentro de la legalidad.
Mucho se ha hablado de la herencia de Rocío Jurado y cómo dinamitó la cordialidad dentro de su familia. También ha supuesto un problema añadido mantener su patrimonio y, en el caso de Amador Mohedano, también se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza y un constante problema con el fisco y la justicia. El dolor de la pérdida le hizo dueño del 50% de la finca de Los Naranjos en mayo de 2007, siendo la otra parte de su hermana Gloria Mohedano. Después comenzaron los problemas económicos para el que fuese también representante y mano derecha de la cantante, que se enfrentó a embargos por parte de Hacienda en 2016, 2017 y también en 2018. Ahora debe saldar sus deudas con la subasta de su finca, que asciende a 260.000 euros. Eso sí, desde el citado medio se asegura que no toda su propiedad es suya en realidad, pues habría cedido parte de ella a terceras personas.
El problema añadido que señalan desde ‘Vanitatis’ es cómo se habría llevado estas transacciones parciales de la finca de Chipiona. Se han realizado supuestamente a través de contratos de compraventa privados y de forma “soterrada”, lo que le acarreará problemas extra, pues estas cesiones no san sido elevadas a escritura pública. No hay constancia en los registros que demuestren que Amador Mohedano haya vendido parte de su propiedad, esa que ahora ha salido a subasta para pagar la deuda con Hacienda. Por supuesto, el ente público será el primero en recuperar el montante adeudado, para después investigarse qué ha sucedido en la trastienda y qué consecuencias podrían acarrearle al protagonista.
Pero parece que estos movimientos extraños no solo podrían generarle problemas a Amador Mohedano. También repercute en su hermana Gloria y, por supuesto, a esas terceras personas a las que habría vendido parte de la finca sin dar constancia pública de ello, tal y como aseguran desde el citado medio. Al final, será necesaria la mediación de la justicia para determinar en qué porcentaje es propietario Amador Mohedano en la actualidad para así ver si se cubre la totalidad de su deuda con Hacienda y, de paso, qué les corresponde a esas terceras personas que le habrían ayudado con la compra de pequeñas parcelas. Él mismo ha reconocido que hace diez años vendió 3.000 metros cuadrados de Los Naranjos al hijo de un amigo suyo, el Quisco, por un valor de 90.000 euros. Se habla de otros dos posibles compradores anónimos más. No hay constancia registral de ello. Comienza la investigación y, con ello, le crecen los problemas a Amador Mohedano.
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