
Nueva casa
Guillermo y Kate: la mudanza que simboliza un "nuevo comienzo"
Los Príncipes de Gales abandonan Adelaide Cottage para instalarse en Forest Lodge, una mansión georgiana que aspira a convertirse en su refugio definitivo

Después de meses en los que su vida ha estado marcada por la enfermedad de la Princesa de Gales, Guillermo y Kate han decidido dar un giro simbólico -y muy personal- a su día a día: mudarse. Los herederos al trono británico han puesto en marcha las obras en Forest Lodge, una elegante residencia de estilo georgiano situada en el Gran Parque de Windsor. Con ocho habitaciones y una historia que combina discreción y distinción, el inmueble se convertirá en su «casa para siempre».
El cambio supone dejar atrás Adelaide Cottage, su residencia desde 2022. Aunque encantadora y cargada de historia, la vivienda se ha quedado pequeña para una familia en constante crecimiento de responsabilidades. Según The Mail on Sunday, los Príncipes «habían crecido más allá» de Adelaide Cottage y llevaban meses estudiando alternativas. Entre las opciones barajadas apareció Fort Belvedere, la mansión neogótica donde Eduardo VIII pasó sus días tras abdicar. Pero finalmente se decantaron por algo más sobrio: Forest Lodge, a apenas seis kilómetros de su hogar actual.
En busca de intimidad
La elección no es casual. Forest Lodge ofrece intimidad, amplitud y la posibilidad de asentarse de una vez por todas tras varias mudanzas en los últimos años. La pareja desea que se convierta en su hogar definitivo, incluso una vez coronados. Un detalle significativo: el matrimonio se hará cargo de los costes de la mudanza y la reforma, un gesto que contrasta con la polémica renovación de Frogmore Cottage -financiada con fondos públicos y más tarde reembolsada por Harry y Meghan-.
Las obras, según informa The Sun, ya han comenzado. Nada de demoliciones ni añadidos estridentes: se trata de una renovación minimalista que incluye la sustitución de puertas y ventanas, refuerzo de muros internos, techos renovados y nuevos suelos. La última reforma importante de la propiedad se había realizado en 2001, con un coste estimado de 1,7 millones de euros.
Forest Lodge había estado alquilada por 15.000 libras al mes hasta hace poco. Ahora, con los antiguos inquilinos instalados en otro destino, la residencia se prepara para acoger a quienes encarnan el futuro de la monarquía británica. Para Guillermo y Kate, el traslado es más que un cambio de dirección: es la declaración de un deseo de estabilidad, intimidad y continuidad en un momento vital que exige comenzar de nuevo.
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