Aún no están en paz
La hermana de Michu se rinde con la custodia de su sobrina y da una tregua a los Ortega
No quiere reclamar ante la justicia por la pequeña Rocío, aunque sí está negociando con sus abogados otros asuntos
La muerte de Michu el pasado mes de julio dejó a su familia sumida en la tristeza. También en una amarga batalla por el futuro de su hija Rocío, fruto de su relación con José Fernando Ortega. La pequeña perdía a su madre y continuó bajo el cuidado de su abuela, Inmaculada, quien prometía lo mejor para la menor. No tanto así su tía Tamara, que optó por recorrer los platós de televisión dificultando el entendimiento con la familia paterna, a quien ponía de vuelta y media entre feas acusaciones y reproches.
Su tour televisivo se agotó cuando sus reclamaciones perdieron fuerza. Especialmente después de que la pequeña terminase instalándose en Madrid, bajo la protección de su abuelo, José Ortega Cano. Este era el deseo expreso de Michu y aunque su hermana no estaba dispuesta a respetarla, no le ha quedado más remedio que ceder ante lo que todos ven como un paso necesario en pro de sus intereses. Ahora, después de mucho batallar en lo mediático, anuncia que no presentará oposición en lo judicial para que la situación se revierta.
Tamara da una tregua a la familia Ortega
Tal y como desveló para sorpresa de todos el pasado mes de agosto Mari Carmen, la hermana del torero, Rocío está ya en Madrid al cuidado de su abuelo. También de su tía Gloria Camila, quien se encuentra trabajando en Honduras en calidad de ‘Supervivientes All Stars’. La familia se ha volcado en ella, mientras que José Fernando continúa ingresado en un centro sanando sus problemas, aunque con permisos recurrentes para pasar tiempo con su niña. “Estamos muy contentos con ella”, decía la semana pasada el orgulloso abuelo, tras cumplirse la última voluntad de su nuera y poder responsabilizarse del cuidado de su nieta.
La familia de Michu ha decidido no iniciar una batalla judicial contra los Ortega y respetar lo establecido en el testamento que dejó la joven antes de morir. En él no solo dejaba su casa, su coche y su moto a su madre, sino también confiaba en el cuidado de la pequeña Rocío en José Ortega Cano y Ana María Aldón, quien fuese su pareja cuando se redactó el escrito. “Yo sé que a Rocío no le falta de nada. Por esa parte mi familia está muy tranquila. Hace unos días hablé por teléfono con la niña y me ha dicho que está en un colegio privado, que le han apuntado a clases de inglés, que va a una escuela de flamenco y también hace ballet”, desvela Tamara en conversación con ‘ABC’.
La hermana de Michu no entierra del todo el hacha de guerra contra la familia paterna de su sobrina: “La vida que ellos llevan no me gusta nada. Es gente conflictiva, además despreciaban a mi hermana. Pero yo sé que Rocío está bien. El dinero da mucha tranquilidad”, reconoce la buena situación económica que respalda ahora a la menor, mientras que se espera que el juez se pronuncie sobre la custodia definitiva. “Mi madre va tres días en octubre a Madrid para visitar a Rocío. Además, hemos contratado unos abogados para reclamar el régimen de visitas. Queremos estar con ella en Navidad, vacaciones de verano y momentos importantes de su vida como su graduación. Yo sé que la niña no está tranquila si no habla con mi madre”, reclama.