Kiko Rivera se convierte en X (Twitter) en una creadora de contenido erótico

Famoso desde que nació, asiduo de los platós de televisión y rostro frecuente de las revistas del corazón, a nadie ha de extrañar que Kiko Rivera cuente con más de un millón de seguidores en sus redes sociales. Más allá de su popularidad innata, también se gana la vida como DJ y su música le ha hecho todavía más conocido entre el público joven.

En Instagram cuenta, como se ha comentado anteriormente, con más de 1.100.000 seguidores, cifra similar a la que ostenta en X, anteriormente conocida como Twitter, la plataforma propiedad de Elon Musk.

Habrán notado ustedes el matiz del verbo en pasado, puesto que el perfil que hasta hace solo unas horas pertenecía a Kiko Rivera ha pasado a manos de una tal Kyra, una creadora de contenido erótico que en nada se parece al hijo de Isabel Pantoja.

Kiko Rivera se convierte en Kyra, una creadora de contenido erótico

Los seguidores de Kiko Rivera en X se han percatado de que ya nada queda de él en su perfil. Ahora lo administra Kyra, una atractiva anglosajona que utiliza la plataforma para promocionar el contenido erótico que publica en OnlyFans, una red social que a más de uno le resultará familiar.

Se desconoce si Kyra ha logrado robar la cuenta de Kiko Rivera para hacerse con su más de un millón de seguidores o si se ha tratado de una compraventa, una operación habitual en el mundo de las redes sociales. Teniendo en cuenta que el DJ no se ha quejado públicamente de un hipotético hackeo, lo más probable es que, efectivamente, se haya deshecho de su perfil a cambio de una buena suma.

El precio de una cuenta de Twitter con un millón de seguidores varía ampliamente dependiendo de varios factores, como la calidad de los seguidores (si son reales o bots), la tasa de interacción (engagement), la temática de la cuenta y la procedencia de los seguidores.

En términos generales, el costo de una cuenta con un millón de seguidores puede oscilar entre 5.000 y 50.000 dólares. Las cuentas con seguidores reales y activos, especialmente en nichos valiosos como tecnología, finanzas o entretenimiento, pueden acercarse al extremo superior de ese rango. Sin embargo, la compra y venta de cuentas en Twitter va en contra de sus términos de servicio, lo que puede llevar a la suspensión de la cuenta comprada.

Entre los vestigios que dan fe de que la cuenta perteneció hasta hace no mucho a Kiko Rivera se encuentran algunos de sus seguidores, desde La Osa, la nueva productora de Óscar Cornejo y Adrián Madrid, o el periodista de corazón Saúl Ortiz, ambos, seguro, sin ningún tipo de interés en la exuberante Kyra.