De viernes

Kiko Rivera manda a sus abogados a trabajar contra Isabel Pantoja por la venta de Cantora

El Dj era propietario del 47% de la finca. Su madre la ha vendido y se ha llevado todo sin decir nada a su hijo. La justicia tendrá que mediar entre ellos

Kiko Rivera e Isabel Pantoja
Kiko Rivera e Isabel PantojaMediaset

Cantora es ya historia. La que fuese la joya de la corona inmobiliaria de Isabel Pantoja ha dejado de ser de su propiedad. En los últimos días hemos sido testigos del ir y venir de camiones de mudanza que sacaban los enseres personales de la tonadillera y su familia. La finca gaditana ya está vacía por completo y se han entregado las llaves a su nuevo propietario. Se trata de una transacción muy dolorosa para la artista, también para su hijo, Kiko Rivera, que poseía el 47% de la propiedad. Al menos eso es lo que se reflejan en los papeles, pues en la práctica no ha sido así. De nuevo, tiene que estar mediando con abogados.

Así lo ha reconocido Kiko Rivera en su entrevista en exclusiva para ‘De viernes’. El Dj se ha sentado a charlar con Santi Acosta sobre lo acontecido en los últimos meses, con la excusa de su separación de Irene Rosales. A lo largo de 10 horas, con cerca de 200 preguntas, se ha tratado peliagudos temas, como las vejaciones a su hermana Isa, los motivos de su separación o culpar a su madre de sus problemas de salud como su ictus o su angina de pecho. Pero está obligado a mostrarse cauto a la hora de tratar el tema de la venta de Cantora, pues está dando los primeros pasos para judicializar el asunto.

Kiko Rivera, en líos judiciales contra su madre

El exmarido de Irene Rosales confiesa que lleva muchos años sin pisar Cantora, por lo que no conoce el estado de la vivienda. La última vez que tuvo ocasión de acudir fue con motivo de la muerte de su abuela, Doña Ana, y las circunstancias eran complicadas. Ya estaba en pie de guerra con su madre tras las entrevistas televisivas denominadas ‘La herencia envenenada’. Ahora se arrepiente de lo que dijo en su día, pero asegura que no mentía. Con el paso de los años ha entendido que debe morderse la lengua en según qué situaciones.

Esta es una de ellas, pues ha puesto a sus abogados a trabajar, tras la venta de la finca: “De la casa no tengo ni idea. Tengo entendido que mi madre se fue a vivir a Madrid y durante un tiempo allí no había nadie. También que han salido de allí varios camiones con… ¡a saber qué! Seguro que habría algo por ahí mío”, mantiene echando mano al humor, aunque es evidente que el tema le duele. Especialmente cuando recuerda lo vivido entre sus muros, pero también que supone el principal escoyo con su madre, incluso a día de hoy. Y es que de nuevo se plantean problemas que bien podría enfrentarles ante un juez.

“Es algo que los abogados me dicen que ahora mismo no puedo hablar”, se muerde la lengua. No quiere pillarse los dedos y caer en un renuncio en sus declaraciones: “No sé lo que va a ocurrir. Es que no me atrevo a decir nada, porque no lo sé”. Y es que nadie se ha puesto en contacto con él para hablarle de su parte: “Me da pena, porque eso era parte de mi padre y al final las cosas no han pasado como é quería. Tengo que aceptarlo, pelearlo en la medida de lo posible, que es lo que estoy haciendo, pero me lo están poniendo un poco complicado”. Y es que confiesa que no sabe el estado de la hipoteca que solicitó por ella, ni del 47% de su propiedad. No se cree que su madre realmente no tenga dinero, “me cuesta creerlo”, y le duele pensar que la cantante rechazó ofertas incluso por encima del valor de la propiedad y que ahora haya vendido sin comentarle nada y, al parecer, sin ofrecerle su parte.