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Amistad

Miguel Ángel Silvestre recuerda su charla con Javier Bardem: “Me hizo mucho bien cuando más lo necesitaba”

El actor habla con cariño de un encuentro con Bardem que marcó sus inicios: "Poder verle tan de verdad fue un regalo"

El actor Miguel Ángel Silvestre Daniel GonzalezGTRES

Miguel Ángel Silvestre siempre ha proyectado una imagen de hombre resuelto, de sonrisa segura y trayectoria envidiable. Pero, como él mismo ha contado recientemente, detrás de su fachada de galán televisivo también hay dudas, inseguridades y momentos clave que marcaron su camino. Uno de esos momentos fue una conversación íntima y reveladora con Javier Bardem, que recuerda ahora con especial afecto.

El actor, conocido por su papel en "Sin tetas no hay paraíso" y por su participación en series internacionales como "Sense8", se abrió en el podcast "La Script" de María Guerra para hablar no solo de su carrera, sino también de su faceta más personal. Entre risas y reflexiones, Silvestre rememoró una etapa en la que se sentía perdido como actor joven y cómo una charla con Bardem le ofreció justo lo que necesitaba: perspectiva.

Formación emocional y profesional

"Un día me dedicó una conversación y de joven me hizo mucho bien", aseguró, recordando ese momento como uno de los más importantes de su formación emocional y profesional. Aunque ambos coincidieron más tarde en la película "Alacrán Enamorado", su vínculo viene de antes, a través de talleres de interpretación con el reputado coach Juan Carlos Corazza.

Paula Echevarría y Miguel Ángel Silvestre en «Velvet»larazon

"Cuando Javier estaba nominado al Oscar por 'No es país para viejos', coincidimos en uno de esos cursos. Imagínate, yo ahí, intentando encontrar mi sitio, y de repente él, tan accesible, tan humano", cuenta Silvestre. "Siempre me pareció una persona muy generosa. Muchos lo admiramos desde lejos, pero él sabe aterrizar, bajar el tono y darte tu espacio. Eso se me quedó grabado".

Durante esa conversación, Bardem no solo compartió técnicas o consejos, sino inquietudes personales, anécdotas de su vida y una sinceridad que impactó al joven actor. "Verle tan de verdad, sin filtros, con sus dudas también... me hizo sentir menos solo", dice Silvestre. "Fue como si, por un momento, todo el peso que uno carga cuando empieza en esta profesión se aligerara".

La experiencia no fue solo una anécdota entre actores, sino un punto de inflexión emocional que Miguel Ángel aún agradece. Hoy, con una carrera consolidada, el actor reconoce el valor de esos gestos que no salen en los titulares pero que, en silencio, construyen futuros.

"Son esas pequeñas cosas las que te empujan sin que nadie lo vea", concluye. Y a veces, basta con una charla a tiempo para cambiar el rumbo.