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Silvia Intxaurrondo más allá de TVE: un marido tunecino, dos hijos y una empresa de comunicación

Las pistas que llegan sobre su vida privada se abren paso a través de su perfil de Instagram, donde cuenta con casi 100.000 seguidores

Silvia Intxaurrondo
Silvia IntxaurrondoGtres

La popularidad de Silvia Intxaurrondo en redes sociales se ha disparado en los últimos meses desde que la izquierda la convirtió en una suerte de adalid de la verdad. Algunas de sus intervenciones en la televisión pública acumulan miles de reproducciones y centenares de usuarios las comparten en sus propios perfiles como muestra de apoyo a lo que dice. En las últimas horas, el foco se ha vuelto a desviar hacia ella después de que acusara al Partido Popular de haberla “vetado” a la hora de concederle entrevistas.

Pero, ¿quién es Silvia Intxaurrondo más allá de Televisión Española? Aunque es uno de los rostros más conocidos de la pequeña pantalla, su vida privada se ha mantenido alejada del foco y destaca por una férrea discreción. Se conoce que su pareja es Jhinaoui Farouk, un hombre de origen tunecino con el que tiene dos hijos.

Las pistas que llegan sobre su vida privada se abren paso a través de su perfil de Instagram, donde cuenta con casi 100.000 seguidores. Aunque suele medir muy bien sus publicaciones, de vez en cuando se permite abrir una ventana a su intimidad, como este verano, cuando reveló que estaba de vacaciones en Tunez, la tierra natal de su pareja.

De Farouk se conoce que es especialista en historia del mundo árabe, una disciplina que le une a la periodista. Intxaurrondo, más allá de sus estudios en Comunicación en la Universidad de Navarra, también cursó Filología Árabe en la Autónoma, además de un máster en Estudios Árabes e Islámicos Contemporáneos.

Pero no es esta pasión por lo árabe ni sus dos hijos lo único que les une. La presentadora y su pareja también cuentan con su propia empresa conjunta, Sukun Comunicación S.L., una sociedad constituida en 2023 con un capital social de 3.200 euros. Su razón, según el registro mercantil, es la “producción cinematográfica y de vídeo”, así como “servicios de representación de medios de comunicación, actividades de producción de programas de televisión y relaciones públicas y comunicación”.

Además, ofrecen servicios de auditoría de comunicación, comunicación corporativa y comunicación de crisis, organización de eventos e incluso cuentan con una delegación en Túnez. Una empresa que se va consolidando poco a poco en el mercado pero cuyas cuentas fueron negativas el año pasado.

Intxaurrondo es la cara visible de la sociedad, tal y como se aprecia en su página web, mientras que su pareja prefiere mantenerse alejado del foco, a sabiendas quizás de que Silvia ha pagado en varias ocasiones el precio de la exposición y el posicionamiento.