Victoria Matossian y el príncipe Cecil von Croy, la boda de la temporada

Victoria Matossian se ha casado. la nieta de Tessa de Baviera, prima del Rey Juan Carlos y el príncipe Cecil von Croy, se han dado el "sí, quiero" este sábado, en una de las bodas más elegantes en lo que llevamos de temporada.

Boda en San Pedro Apóstol

La hija pequeña de Miguel Matossian Osorio y Sonia Márquez de Baviera desfilaba espectacular camino del altar con una creación hecha a medida por el diseñador Jorge Vázquez. La boda, que se celebró en la iglesia de San Pedro Apóstol, congregó a varios cientos de amigos y familiares procedentes desde distintos lugares de Europa, y entre los que se encontraban Inés Ybarra y Mónica Anoz, entre otros.

Tras la ceremonia, los novios se desplazaron hasta la finca Soto de Mozanaque, propiedad del primo de su padre, Ionannes Osorio, duque de Alburquerque y expareja de Blanca Suelves. Decorada con mimo por maestros floristas bajo la organización de la wedding planner Gloria Zunzunegui (cuñada de otra prima de su padre,

Carlota Osorio). La celebración se prolongó hasta altas horas de la madrugada y estuvo amenizada por música en directo.

Cumpliendo la tradición familiar, la novia lució la diadema familiar compuesta por las seis flores de diamantes y esmeraldas que un día pertenecieron a Isabel II. "En 1904, la Reina María Cristina adquirió los siete broches florales a la testamentaria de su suegra y encargó a la joyería Ansorena una estructura de plata para fijarlas a modo diadema. Además, encargó varias piezas a juego para acompañarla: un par de pulseras, un collar, un broche y pendientes", explica David Rato, experto en joyas de la Casa Real y creador de la cuenta Spanish Royal Jewels.

"Este parure fue regalado por la Reina a su hija, la Infanta María Teresa, con motivo de su matrimonio con el Príncipe Fernando de Baviera, hijo de la Infanta Paz, en 1906 y desde entonces ha permanecido en la familia convirtiéndose en la diadema nupcial de la familia", añade. Tessa de Baviera la ha lucido en varias ocasiones, así como sus hijas, Sonia y Myrta Márquez y de Baviera, en sus respectivas bodas en 1992 y 1995 y sus dos nietas, Sol y ahora también Victoria, que la combinó con unos pendientes de diamantes y esmeraldas pertenecientes también al joyero de su abuela.