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Oriente Medio

La princesa de Arabia Saudí ordenó a su guardaespaldas que secuestrara a un fontanero

Hessa bint Salman fue juzgada ayer en París por ser cómplice de robo, agresión y secuestro

Mohammad bin Salman, príncipe de Arabia Saudí larazon

Hessa bint Salman fue juzgada ayer en París por ser cómplice de robo, agresión y secuestro

Hessa bint Salman, la única hija del rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz, fue juzgada ayer en París por haber ordenado supuestamente a su guardaespaldas, Rani Saida, que apresara y golpeara a un fontanero franco-egipcio llamado Ashraf Eid y que le sustrajera el teléfono. La agresión se habría producido porque la princesa sospechaba que Eid la había fotografiado y filmado con el móvil en el apartamento que la familia real saudí posee en la capital francesa. Temía que el material pudiera ser usado para dañar su imagen debido a las tradiciones conservadoras de su país, así que ordenó a Saida que apresara al trabajador y le calificó de "perro que no merece vivir", según las pruebas de la fiscalía.

Se ha solicitado una sentencia suspendida de seis meses para la princesa Hassa, una sentencia suspendida de ocho meses para su guardaespaldas y una multa de 5.000 euros para cada uno. A Hessa se le considera cómplice de robo, agresión violenta y secuestro. El guardaespaldas está acusado de violencia, secuestro y robo.

Saida niega haber tratado al fontanero con violencia y alega que "él sabía exactamente que lo que estaba haciendo está prohibido". No obstante, el juez respondió que, dado que no se han publicado fotos de ella desde que tenía ocho años, es imposible que la gente común pudiera reconocerla. El guardaespaldas añade que "existen 20 o 30 testigos que se hallaban dentro del apartamento y que pueden testificar que no le toqué" y asegura arrepentirse de haber roto el teléfono de Eid: "Fue mi mayor error".

La princesa, además, se mudó del país poco después del incidente, ocurrido en septiembre de 2016. No se presentó al juicio que tuvo lugar ese año y, por tanto, en diciembre de 2017 se emitió una orden de detención contra ella. Tampoco estuvo presente ayer. Su abogado alegó que la correspondencia se envió a su dirección en París y no al palacio real en Arabia Saudí, motivo por el cual no habría aparecido para declarar.

Hessa es la hermana mayor del príncipe heredero Mohammed bin Salman, quien según las agencias de inteligencia estadounidenses ordenó el asesinato en octubre de 2018 del periodista Jamal Khashoggi. Está acusada de ser cómplice de los delitos, aunque negó las acusaciones a través de su abogado Emmanuel Moyne, quien dijo que fotografiar a la princesa está prohibido por la ley saudí.

El fontanero, que tampoco estuvo presente en el juicio, contó a la policía parisiense que el guardaespaldas lo ató bajo las órdenes de la princesa. Según él, habría fotografíado la habitación del apartamento a nombre del rey de Arabia Saudí con el objetivo de devolver los muebles a su lugar original una vez terminado el trabajo de fontanería para el que estaba contratado.

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