Sevilla

Ortega Cano: no con mi hijo

Ortega Cano y José Fernando
Ortega Cano y José Fernandolarazon

José Ortega Cano no quiere coincidir con su hijo, José Fernando, en la misma prisión. Por ello, su abogado ha solicitado que su cliente sea ingresado en la Sevilla 2. El torero está completamente abatido, ha pasado las fiestas navideñas en la intimidad de su casa sevillana, rodeado solamente por su pareja, Ana María Aldón, y dos de sus hijos, el pequeño José María y Gloria Camila. Y le entran escalofríos por el simple hecho de pensar que pueda encontrarse con su vástago en el mismo recinto carcelario.

Su hijo mayor vivió en la de Sevilla 1 las Navidades más tristes de su vida. En fin de año cenó pavo deshuesado y turrón, y las uvas se las tomó en su celda. Y comenzó 2014 con una triste noticia, porque una jueza de Sevilla le ha denegado por segunda vez la libertad provisional por su «especial peligrosidad» y porque está acusado de una agresión y robo que perpetró con «una actitud despiadada y brutal».

Enfrentamientos

La jueza de instrucción, en un auto en el que confirma la prisión provisional de José Fernan-do, dictada el pasado 14 de noviembre de 2013, recuerda que la Fiscalía y la acusación particular que ejerce el joven agredido ya han pedido para él penas que, en el peor de los casos, podrían sumar entre 5 y 8 años de prisión.

Manuel Manzaneque, abogado de la víctima de José Fernando y su pandilla, rechaza, además, la «prueba» propuesta por la defensa del hijo de Ortega Cano, consistente en documentación sobre un procedimiento penal dirigido contra el joven agredido, Jonathan V. A. en otro juzgado, de la que lamenta que se hayan filtrado esos datos confidenciales y anuncia una posible denuncia ante la Agencia Estatal de Protección de Datos.

José Fernando podría haber tenido otro enfrentamiento con un recluso esta misma semana, y dicen que ha encontrado en la religión un consuelo a su caos mental. Como ya contó en exclusiva LA RAZÓN hace un par de semanas, el veinteañero pidió en su momento la visita de un sacerdote, con el que ya se ha visto varias veces en su celda. También acude cada día a la capilla del centro carcelario para refugiarse en la oración. Su hermana, Gloria, le visita todos los fines de semana y se ha convertido en su mayor apoyo en estos momentos tan difíciles. Porque, además, se rumorea que Josefer está completamente destrozado, ha adelgazado unos cuantos kilos y su moral está por los suelos. Su paso por prisión le está causando graves problemas psico-lógicos. En cuanto a José Ortega Cano, según el parte médico difundido por la doctora Mercedes Cuesta Nuin, directora médica de la Ruber Internacional, el inesperado procedimiento al que se sometió el viudo de Rocío Jurado la pasada semana «se ha cursado sin complicaciones». Sin embargo, el informe médico deja abierta la puerta para nuevas pruebas médicas: «Se han encontrado lesiones en las arterias coronarias, pendientes de evaluación funcional, para decidir el tipo de tratamiento de su enfermedad coronaria». Lo que significa que podrían implantarle un marcapasos en los próximos días. Aún así, su ingreso en prisión podría producirse inmediatamente, porque la fecha tope que da Instituciones Penitenciarias para ello, según parece, es la del 7 de enero. En el caso de que prosperara una tercera petición de libertad provisional para su hijo José Fernando se iba a encontrar con serios problemas de convivencia familiar, porque hasta Ana María Aldón, pareja de su padre, que fue quien le reconcilió con su padre en el año 2012, ha expresado en «petit comité» la intención de no convivir bajo el mismo techo con el hoy encarcelado. El carácter de Josefer asusta a los suyos, y la única posibilidad sería que se trasladara a vivir a Madrid, a la casa que su padre tiene en la urbanización de Fuente del Fresno, y se instalara allí con su hermana, Gloria Camila, hasta que se fije la fecha del juicio. En el chalé tiene montada una oficina José Ortega Cano, y allí trabaja su cuñado Aniceto. Pero será Paco Ortega, hermano del torero, quien se encargue de administrar los negocios de José cuando éste ingrese en la cárcel.

Fuentes cercanas al viudo de Rocío Jurado afirman que en el entorno de Ortega ya se están moviendo para conseguir que José sea destinado a una parte de la prisión muy tranquila, como podría ser la enfermería o la biblioteca, con el fin de evitarle roces con los presos más conflictivos.

La alargada sombra de la Jurado

Ana María Aldón, siempre discreta, está atravesando la prueba más difícil desde que comenzó su relación con Ortega Cano, pues no solamente tiene que estar pendiente de su estado de salud mientras espera entrar en prisión, sino que además debe protegerle de los disgustos de su hijo. En la familia del diestro está especialmente valorado el papel de Aldón, que ha sabido estar al lado de una persona tan famosa que aún ha admitido que echa de menos a su primera mujer, y, al mismo tiempo, no ha tratado de ocupar su lugar. El círculo íntimo reconoce que ha hecho lo imposible por hacer viable la convivencia entre ambos, pero ante la ausencia de rectificación del comportamiento exaltado por parte de José Fernando, la joven esposa ha decidido centrarse en la crianza del pequeño José María, en solitario, una vez que su marido cruce la puerta del penal.