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María Teresa Campos: el momento más delicado de su relación con Bigote

Gema Serrano «dinamita» la relación de la presentadora con el diseñador chileno y asegura que él no la quiere

Edmundo Arrocet y María Teresa Campos, que «enamorada parece una quinceañera», según una persona cercana a su círculo
Edmundo Arrocet y María Teresa Campos, que «enamorada parece una quinceañera», según una persona cercana a su círculolarazon

Gema Serrano «dinamita» la relación de la presentadora con el diseñador chileno y asegura que él no la quiere

Los fantasmas del pasado ensombrecen la relación sentimental entre María Teresa Campos y Edmundo «Bigote» Arrocet. Una «amiga muy especial» del humorista y ex socia suya en un negocio relacionado con la ropa femenina, Gema Serrano, despierta la caja de los truenos y ha causado un enfado monumental a la veterana periodista, al dejar entrever que intentó seducirla para tener relaciones sexuales con ella. Esto supondría un flirteo normal si no fuera porque en la época en la que el artista le tiró los tejos ya mantenía una relación amorosa con «Teresita», como Arrocet llama íntimamente a su pareja. Para empeorar la situación, se rumorea que circulan por las redacciones unas fotos comprometedoras de Edmundo con otra mujer, a la que se unen las realizadas hace unos tres años, en las que se ve a Gema entrar y salir habitualmente del piso de soltero del hombre que puso de moda en el concurso «Un, dos, tres», la recordada frase del «piticlín, piticlín».

El pasado sábado por la noche, Gema se sometía al «polideluxe» de Telecinco, y sus respuestas levantaron una gran polémica. Dicen que Teresa Campos no quiso ni ver el programa, pero que no faltó quien la llamó el día siguiente para ponerle al tanto de lo acontecido. A la periodista le ha molestado en demasía descubrir que el polígrafo levantará ampollas en su relación con Edmundo. Entre otras polémicas, la «máquina de la verdad» sacó a la luz varias cuestiones. Primera, que el cantante le mandaba textos cariñosos y hasta continuos «te quiero» o «echo de menos tus besos» a Gema a través un conocido servicio de mensajería. También le cantaba, de madrugada, baladas de amor. Serrano confesó creer que Edmundo «estaba enamorado» de ella, pero que no le propuso nada «porque yo marco mis límites». Asimismo, descubrió que el novio de la Campos visitaba en Chile a una doctora casada, sin aclarar realmente los motivos, aunque todos supieron leer entre líneas.

Pero el verdadero escándalo estaba aún por llegar. Cuando Gema fue preguntada por la posibilidad de que Bigote ocultara la existencia de una hija secreta, negó este hecho con contundencia. No obstante, el polígrafo determinó que mentía. Ya en 2017, Alexis Ledgard rompió con 36 años de vida en secreto y desveló que era fruto de una relación que el chileno mantuvo con la hija del conocido presentador peruano Kiko Ledgard. Alcanzado ese momento, la tensión era tan alta que los colaboradores decidieron no hacerle a Gema varias preguntas porque, a juicio de la presentadora del espacio, María Patiño, «salpican dolorosamente a María Teresa Campos y es mejor retirarlas».

No está enamorado

Tanto la protagonista del polígrafo como Alexis, con el que Bigote ha tenido sus más y sus menos, han asegurado públicamente que Arrocet no está enamorado de la Campos. Unas declaraciones que han molestado muchísimo a María Teresa. Dicen que fue ella la que recomendó a su novio que concediera la entrevista exclusiva del pasado miércoles, en la que dejó muy claro que su amor por «Teresita» es a prueba de chismorreos. Y nadie se explica que la comunicadora rompiera con su costumbre de no ir a recoger a su novio al aeropuerto cuando este regresa de sus viajes por Latinoamérica y apareciera en el de Málaga recientemente para demostrar de alguna forma que todos los rumores de crisis respondían a simples bulos. No fue un reencuentro con besos y caricias, más parecían dos amigos que llevan tiempo sin verse. Para más inri, Edmundo, en su entrevista, lanzaba un mensaje enmascarado a las dos hijas de su pareja, Terelu y Carmen, dando a entender que no se entrometieran en su vida sentimental y que nadie podría impedir su boda con Teresa si ella le pide matrimonio. Todo venía a cuento por otras declaraciones de Carmen en las que se mostraba poco partidaria de que su madre se casara. Una amiga de la familia Campos revela a LA RAZÓN que «Teresa está muy enamorada de Edmundo y le perdona todo, no escucha a nadie cuando le dicen que tenga cuidado con él, que a ese hombre le gustan demasiado las mujeres y es un seductor nato. Teresa cree que es el gran amor de su vida y no ve más allá de lo que tiene delante. Ni se le ocurre pensar que pueda serle infiel. Porque tiene al lado a un “encantador de serpientes”, un señor que a sus 69 años se conserva estupendo, que se cuida mucho y que está muy en forma. A Teresa le gusta presumir bastante entre sus amigas del novio tan atractivo que tiene. Parece una quinceañera, nunca la hemos visto tan ilusionada».