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María Teresa Campos se querellará contra los que la critican, por Jesús Mariñas

La periodista está cansada de que su relación con Edmundo Arrocet sea siempre cuestionada

La presentadora mantiene una relación desde hace cinco años con Edmundo Arrocet
La presentadora mantiene una relación desde hace cinco años con Edmundo Arrocetlarazon

La periodista está cansada de que su relación con Edmundo Arrocet sea siempre cuestionada

Muchos son los que no se creen una relación que cumple ya cinco años. Pero ellos siguen ahí contra todo pronóstico y cada vez están mejor. Aunque los tendenciosos aún dudan quizá porque les falta el romanticismo necesario para entender y admitir un romance tan desigual. Nada importa la diferencia de años, algo muy positivo, y en lo demás no acusan ese desajuste. Agosto se cebó con ellos, elegidos como víctimas propiciatorias en un mes sin noticias importantes capaces de captar la actualidad. El viaje de Bigotea Chile parecía no tener fin. Aumentaron los miedos y su posterior retraso en volver y alguien aventuró que «ya no existe nada entre ellos». Erró completamente y, harta con todo derecho, Teresa anuncia y amenaza con tomar medidas judiciales: «No voy contra las revistas sino para castigar a los que dan pábulo a este tipo de rumores. Ya está bien, se me acabó la paciencia, aunque Edmundolos minimiza y me dice que ría y los eche a la espalda. No conduce a nada que lo pases mal», aconseja inteligentemente. Pero conociendo el temperamento de Teresa, es como orar en desierto.

Por lo que se refiere a la Campos, ella espera y aún no desespera. La «rentreé» tras el verano supondrá la reanudación de contactos para resolver en las ofertas recibidas a lo largo del último año. No es fácil, ni siquiera cómodo, resolver aunque ha recibido proposiciones muy ventajosas. Una de ella será definitiva y viene de un empresario árabe que desde los primeros tiempos desea incorporarla a su equipo como figura a redescubrir a través de distintas posibilidades. Ella no tiene prisa quizá sabedora que será a partir de ahora, acaso desde hoy, volver al candelero. Y sigue ignorando, aunque no pasando, de las increíbles descalificaciones que algunos hacen vengativos. Son los mismos que antes la veneraban. Es un comportamiento ingrato que no le sorprende, – qué no sabrá ella tras medio siglo como figura primero en la radio y luego ya mito televisivo sin parangón –. Estamos preparados para nueva etapa y un contrato que puede sorprender y que marcará el retorno de quien nunca debió irse y si lo hizo no fue por gusto, sino obligada por las circunstancias.

Amistad rota

Por cierto, a qué viene ahora resucitar su antaño irrompible amistad con Cuca García de Vinuesa a la que convirtió en figura. Lo hizo por amistad y rompieron no porque una coquetease con un presunto pretendiente de la periodista.