Opinión

La crónica de Amilibia: El próximo 12 de octubre, en la Zarzuela

El Rey Felipe VI mientras desfila la Guardia Real durante el acto solemne de homenaje a la bandera nacional y desfile militar en el Día de la Hispanidad, a 12 de octubre de 2022, en Madrid (España).
El Rey Felipe VI mientras desfila la Guardia Real durante el acto solemne de homenaje a la bandera nacional y desfile militar en el Día de la Hispanidad, a 12 de octubre de 2022, en Madrid (España).Eduardo ParraEuropa Press

Al equipo de asesores de la Moncloa le salía humo de las meninges en la búsqueda de soluciones a los tradicionales abucheos del 12 de octubre. «¡Que no vuelva a pasar!», gritó Bolaños. Cuentan las lenguas viperinas que ya se han desechado varias opciones. Una, llenar ambas aceras de la Castellana con palmeros sanchistas que apaguen los pitidos e insultos de los cayetanos. Dos, acudir disfrazado de Feijóo o de ministro Subirats, al que prácticamente no conoce nadie. Tres, que Él sustituya al paracaidista que vuela con la bandera nacional. Esta opción gustó mucho a Bolaños, pero se descartó al saberse que el presi sufre desde hace tiempo vértigo patriótico. Cuatro, salir del coche oficial con el borrego de la Legión, «Titán», como animal de compañía. «¿Cómo se os ocurre? Les ponemos el insulto a huevo», clamó Bolaños.

Al final, ha sido Él en persona humana quien ha tenido la idea más luminosa y vitoreada. «¿Y si celebramos el próximo 12 de octubre, la Fiesta Nacional, en la mismísima Zarzuela?», se alzó la Voz entre las voces. «Como bien sabéis, está en el Monte del Pardo, hay espacio suficiente para que puedan desfilar las tropas rodeadas de ciervos, jabalíes y gamos. Ya veis: la milicia con un toque ecológico. Incluso los tanques podrían hacerlo en el hipódromo de la Zarzuela», explicó.

Cuentan que Bolaños estuvo a punto de arrojarse a sus brazos, emocionado. Luego, más calmado, preguntó: «¿Y qué le parecerá esta magnífica idea al Jefe del Estado?». Él está convencido, comentan, de que Felipe VI no pondría reparos. «Así no tendría que esperar en el coche a que yo llegara, podría hacerlo en el salón de su casa», remató irónicamente entre las risas de los asistentes. Eso cuentan.