Opinión

El diario de Amilibia: Ya te vale: limpios de Koldo y paja

"Para Él, el hermano de Ayuso nunca merecerá indulto ni olvido, como si hubiera blasfemado contra el Espíritu Santo"

Pedro Sánchez
Pedro SánchezEUROPAPRESSEuropa Press

Isabel Díaz Ayuso podría tener un futuro como humorista, sobre todo si su principal guionista sigue siendo MAR. Ha estado rápida y chisposa cachondeándose del Gobierno al definir la irrupción del caso Koldo y compañía con el que fue el chiste del día en las barras de cañas y torreznos: «Este Gobierno va de limpio de Koldo y paja». Mientras, para sacudirse el polvo y la paja que le llega de los puticlubs, el Apolo de la Moncloa, reconvertido como estila en juez supremo o juez de la horca, a elegir, señalaba otra vez al hermano de Ayuso como culpable de un caso de corrupción «que no ha sido investigado». Bueno, el caso fue archivado por la Fiscalía, en España y en Europa, al no existir indicios de delito.

Para Él, el hermano de Ayuso nunca merecerá indulto ni olvido, como si hubiera blasfemado contra el Espíritu Santo, el pecado que, según la Biblia, nunca será perdonado. Cuentan las lenguas visionarias monclovitas que el día del Juicio Final, Él descenderá de los cielos en su Falcon y, ya sentado en su trono, pondrá a las ovejas a su diestra y a los cabritos a su siniestra. Los hermeneutas de la Moncloa interpretan que, en este caso, quizá Él situará a los buenos a su izquierda y a los malos a su derecha. Unos en la sanchisfera y otros en la fachosfera. Un cambio de coreografía para dejar más clara la cosa. El hermano de Isabel siempre estará entre los cabritos fachosféricos y será condenado al castigo eterno una y otra vez, tal que si viviera en un bucle infernal del día de la marmota.

Me imagino el consejo de MAR a Isabel: para que tu hermano Tomás quede absuelto de todo pecado y amnistiado, que se haga indepe.