Jose María Finat, el aristócrata que propone volver al campo

Ni Rodríguez de la Fuente, ni conde ni nada. Yo solo soy una persona que tiene pasión por el campo y la sensibilidad para mostrar esa vida a través de la fotografía, afirma José María Finat. Y con estas marcadas señas de identidad, sale armado cada día con su cámara a la caza de imágenes. Lo hace desde que es un crio, con una cámara de fotos de doce disparos que le compró su padre, y desde entonces no se ha separado del objetivo.

José María Finat, el hijo del Conde de Pastrana, acaba de publicar el libro «Filomena y los linces», una obra que recoge más de un centenar de fotografías de la fauna ibérica, que el autor lleva décadas retratando en los Montes de Toledo, donde su familia tiene la Finca del Castañar, en la que Alfonso XIII iba por las perdices y el Rey Juan Carlos cazó su primer jabalí: «Pretendo, a través de las fotografías, hacer reflexionar sobre nuestro papel en el mundo, y la necesidad de conservar y proteger el medio natural como pulmón necesario de nuestra propia existencia y del futuro de las nuevas generaciones. Un libro que acaba siendo un homenaje a un ecosistema único».

Aristócrata atípico

Concretamente en este libro, que se presenta el día 22 en Marbella dentro del marco de Encuentros con la Cultura, el fotógrafo aborda los problemas surgidos en el campo provocados por la tormenta Filomena en el mes de enero de 2021, que provocó serias dificultades de supervivencia a la flora y fauna de Los Montes de Toledo. Especialmente canalizadas en especies como el lince ibérico, conocido internacionalmente por su recuperación tras haber estado en peligro crítico de extinción a principios del siglo XXI.

Como él mismo se define Finat no es un aristócrata al uso: «A muy corta edad me fui de la ciudad al campo y tuve la suerte de sentir un mundo rural lleno de esencia, fuerza y valores en los cuales crecí bajo la ley de la naturaleza más estricta, y así aprendí a amarla, sentirla y respetarla. La fuerza y la atracción a lo salvaje unido. Una de mis maestras en este arte fue Sol de la Cuadra Salcedo, a la que le agradezco todo». Finat amalgama a la perfección la pasión por inmortalizar la belleza salvaje del ecosistema, que le inculcó su padre José María de la Blanca Finat, siendo apenas un niño, con la de gestión de diversas fincas.

El campo está presente en todas las facetas de su vida y todo lo que connota la palabra naturaleza envuelve a este peculiar fotógrafo. Ese mismo amor ha intentado inculcárselo a sus tres hijos, fruto de su matrimonio con Blanca Domecq Zurita: Pepe, Manuel y Linette. Su hija pequeña, Linette, es la más cercana al mundo de la fotografía, y el ojito derecho de su padre: «Tal vez porque estuvo aquí confinada conmigo en la tormenta y también ella hizo sus propias fotografías. A todos mis hijos les encanta el campo».

La finca de su familia, El Castañar, llevaba muchos años colaborando con proyectos de conservación de todo tipo, junto a otras de Castilla la Mancha. El duque de Pastrana y sus hijos, Rafael y el propio José María Finat, participan desde hace años en las acciones de preservación y recuperación de especies. Una de las anécdotas más bonitas que cuenta es cuando la Reina Sofía se personó, con su hermana Irene de Grecia, en la Finca El Castañar para apoyar esta iniciativa.

«Ella soltó un par de ejemplares llamados Lila y Lava. Una de ellas está amadrinada por la madre de Felipe VI. «La reina había conocido al animal en el zoo de Jerez de la Frontera, en Cádiz, y cuando se enteró de que se iba a soltar, no quiso perderse el momento. En 2014 se soltaron los primeros linces en nuestra finca, los primeros de Castilla La Mancha. Ahora mismo habrá unos 40 ejemplares y algunas hembras preñadas. Espero con mis fotografías seguir creando conciencia para proteger el ecosistema».

Las mediáticas sobrinas

José María es hermano del conde de Mayalde y tío de Casilda y Ani Finat, populares por su negocio de joyería, tienen tiendas en Madrid, Málaga, Valencia, Sevilla y Zaragoza. Ani también es conocida por sus catequesis por Instagram. Ambas son devotas del campo, donde ser criaron.