Pasarela política: examen para septiembre

Santiago Abascal, ese cuerpo pide una talla más

Analizamos los estilismos de nuestros políticos

AMP.- Abascal acusa a Sánchez de "posar con calaveras" para tapar "la corrupción" y la relación de su mujer con empresas
AMP.- Abascal acusa a Sánchez de "posar con calaveras" para tapar "la corrupción" y la relación de su mujer con empresasEuropa Press

El líder de Vox es de los pocos políticos que puede decir que sabe de moda o que, al menos, le viene de familia. Moda Abascal ha sido desde hace tiempo el negocio familiar, pero está claro que el jefe de filas del partido de extrema derecha se desentendió de esos lazos para concentrarse en el Congreso de los Diputados.

A Abascal le podemos atribuir el mérito de haberle dado de lado al famoso fachaleco, esa prenda acolchada que se volvió tan popular tanto en el PP como en Vox tiempo atrás. Él lo cambió por un estilo mucho más de batalla, con camisas ajustadas que parecían estar a punto de explotar por la generosa constitución atlética de este político vasco. Pero el problema es que quizás en este mérito también tiene su penitencia.

Feijóo afea a Abascal que invierta el 50% de su tiempo en criticar al PP cuando echar a Sánchez es "urgencia nacional"
Feijóo afea a Abascal que invierta el 50% de su tiempo en criticar al PP cuando echar a Sánchez es "urgencia nacional"Europa Press

En una sociedad que gira cada vez más hacia las siluetas más generosas y relajadas, Abascal parece empeñado en defender el «slim fit» o, como podríamos decirlo de una manera más «slang», el ir petado. De hecho, ese se ha convertido en su rasgo más conocido a día de hoy.

Septiembre es un mes perfecto para comenzar una vida nueva y, visto que no sabemos lo que nos puede aguardar el futuro de la política española, no estaría de más que Abascal tomara el inicio de curso para dar un giro a su armario. Puede apostar por camisas más amplias y vigilar más el nudo de su corbata. Parece querer renegar del estilo «señorito» que se impone en el PP, pero eso no quiere decir que se lo tenga que llevar todo al extremo. Es hora de que se plantee que en el punto medio está la virtud. No pretendemos verle con rastas al estilo del malogrado Alberto Rodríguez, pero debe darse cuenta de que los extremos se atraen y que su barba tiene mucho más que ver con la de Julio Anguita que con la de Antonio Maura. Actualizar por tanto el guardarropa puede ser una buena manera de lanzar un mensaje más fresco, que ya se sabe que lo que se guarda tiende a apolillar.

Mi barba tenía tres pelos, por Marta Boira

Aquel chico imberbe luce hoy barba pobladísima, perfilada, perfectamente recortada, apenas balizada de algún pelo blanco que reafirma su negrura… ¿Injerto? Las entradas de su cabello han sido corregidas con, ahora sí, innegables injertos que realzan la forma de su óvalo facial, ahora estilizado tras eliminar con bótox ese ceño eternamente fruncido que distorsionaba su imagen. No falta alguna estratégica cana que da carácter tranquilo, burgués, confiante y soberano a su expresión. Y su piel, excesivamente blanca, que enviaba dardos de desconfianza a la mentalidad del contribuyente, luce ahora casi naturalmente tostada, como si Santi fuese el sempiterno capataz de cortijo extremeño o manchego, siempre próximo, cálido y cercano, en servicio permanente, para pasar a la acción cuando sea necesario.

Especialmente cuidadoso con la dieta, practica artes marciales y monta a caballo; logró terminar (diez horas después) la mítica carrera legionaria de 101 km.

Sus fotografías no ocultan su intención: posa con un tigre, levanta un niño con la mano o corona una difícil cumbre montañosa: es la versión reactualizada del típico macho ibérico.