Sevilla

Triste aniversario de boda: Jesús Janeiro en el ruedo y Maria José, en el hospital

Jesulín de Ubrique celebraba con su mujer, ingresada en Málaga, su aniversario de boda en 2017.
Jesulín de Ubrique celebraba con su mujer, ingresada en Málaga, su aniversario de boda en 2017.larazon

María José Campanario pasa sola su aniversario de boda ingresada en el hospital Virgen de las Monatañas, en la localidad de Villamartín (Cádiz), por un nuevo brote de fibromialgia.

La triste noticia se hacía pública hoy: María José Campanario se encuentra ingresada de nuevo en un hospital, el Virgen de las Monatañas, en Villartín (Cadiz). Su marido no estaba a su lado, sino en Tudela (Navarra) toreando junto a Cayetano Rivera Ordóñez.

El mismo día que se confirmaba su nuevo ingreso hospitalario, el 27 de julio, la pareja hubiera celebrado que hace 19 años se dieron el “sí quiero” en Sanlucar la Mayor (Sevilla). Aunque esta vez, la fecha marcada en rojo en su calendario vital, no la pasarían juntos como hubieran deseado. Un nuevo ataque de fibromialgia, ocurrido hace menos de setenta y dos horas, volvía a postrar a la odontóloga en la cama del hospital, impidiendo que el matrimonio se reuniera para celebrar su aniversario. Y era precisamente la ausencia de Maria José en Tudela en tan señalada ocasión lo que hacía que saltaran todas las alarmas. Los reporteros que se encontraban cubriendo el evento taurino, trataron de que el propio Jesulín confirmara la noticia antes de realizar el paseíllo, pero el diestro, muy serio, guardaba silencio.

En “Viva la Vida” era Terelu, muy amiga del clan Janeiro, especialmente de Carmen, la hermana de Jesús, confirmaba que el ingreso era cierto. Y eso, a pesar que desde Ubrique, la suegra de María José Campanario, Carmen Bazán, desmentía la información. Desde La Razón nos hemos puesto en contacto con el hospital y con algunos allegados de la pareja para confirmar la noticia. Mientras desde el centro hospitalario se negaban a confirmar o desmentir la información por “la ley de protección de datos”, algunos de sus allegados aseguraban que, al menos, hasta el pasado miércoles se encontraba bien. Pero una vez hecha pública la información, ya era imposible contactar con ella. Maria José no contesta a las llamadas y tampoco a los mensajes. Por tanto, el ingreso se habría producido en las últimas 72 horas. “La fibromialgia es así y no avisa. En cualquier momento le puede dar un brote” dicen sus amigos. Desde que fuera diagnosticada su enfermedad, hace 14 años, la mujer de Jesulín ha sigo ingresada en numerosas ocasiones. Tan sólo en los últimos tres años, se contabilizan cerca de una docena de veces. Y es que esta enfermedad, que afecta a los músculos y huesos, además de limitar los movimientos es tremendamente dolorosa, motivo por el cual se recomienda el ingreso hospitalario cuando se produce una crisis.

La fibromialgia ha impedido que la pareja vuelva a pasar por el altar como es su deseo.

Descubrimos que algo iba mal en la salud de la mujer del torero de Ubrique cuando, en septiembre de 2015, María José sufrió una seria caída en la bañera de su casa de Arcos de la Frontera: "Mi marido me ha llegado a encontrar tendida en el suelo desmayada y no quiero que eso me pase más". Apenas seis meses después, Campanario se sometía a una complicada operación de dos hernias cervicales que no ponían fin a su sufrimiento. Fue después de varios ingresos cuando confesó la razón que le impedía llevar una vida normal y por la que tuvo que dejar su trabajo como odontóloga en Sevilla: sufría de fibromialgia.

El descubrimiento de su grave dolencia no supuso el final de sus ingresos hospitalarios. Era tan sólo el principio de una decena de ingresos que se hicieron públicos y de otros muchos, que ha padecido en silencio. A su lado siempre, su marido, su mejor apoyo: “Me casé con ella en la salud y en la enfermedad. Y estaré a su lado hasta que ella se “jarte” de mí.” y así es, de los 19 años que llevan casados, María José lleva casi catorce enferma, aún cuando no desvelara desde el principio su dolencia.

Con estas palabras, Jesús Janeiro hacía público su amor hacia la madre de sus dos hijos pequeños y la mujer de la que no se ha separado ni un instante desde que, a principios del año 2000, estando él aún convaleciente de un grave accidente, se convirtió en su mejor “enfermera”. Si en sus primeros meses de noviazgo, ella no se separó de la cama del hospital, ahora es él quién se ha convertido en su más abnegado cuidador. La pareja lo ha pasado muy mal, pero continúan unidos en la adversidad. La fibromialgia, aseguran les ha unido más como pareja pero les ha impedido, como tenían previsto en 2017, renovar sus votos de amor en una nueva ceremonia. Pero ni María José ni Jesús pierden la esperanza de volver a casarse y celebrar por todo lo alto un amor que, pese a todo y a todos, continúa tan vivo como el primer día.