Investigación científica

El ejercicio físico y mental una cuidada alimentación y un pensamiento positivo ayuda a prevenir el Alzheimer

Realizar ejercicio físico y mental, cuidar la alimentación, trabajar para tener pensamientos positivos y protegerse de los agentes medioambientales contaminantes ayuda a prevenir la aparición del Alzheimer, según ha informado la aseguradora Allianz, con motivo del Día Mundial de esta enfermedad, que se celebrará el próximo 21 de septiembre bajo el lema 'Demencia: viviendo juntos'.

Se trata de una enfermedad que sufren 36 millones de personas en todo el mundo y que, con el aumento de la esperanza de vida, si no se encuentra cura, en 2050 podría afectar a más de 115 millones de personas. En España, de los 670.000 casos que se calcula que hay en la actualidad, esta patología podría afectar a 1,6 millones de personas a mediados de siglo.

"Desgraciadamente, todavía no existe un medicamento que cure esta enfermedad. Pero tenemos esperanza en el futuro. En ese sentido, es muy importante acelerar la investigación, proporcionar pruebas de diagnóstico precoz y desarrollar las opciones de cuidados, hospedajes y soluciones aseguradoras para los afectados", ha comentado el responsable de los asesores médicos en Allianz, Max Link.

EL EJERCICIO REDUCE UN 50% EL RIESGO DE DEMENCIA

No obstante, y a pesar de que todavía no hay cura, los expertos aseguran que es posible adquirir una serie de hábitos que ayudan a prevenir el Alzheimer y otros tipos de demencia. El primero de ellos consiste en mantenerse activo físicamente, ya que los estilos de vida con poca actividad física favorecen el desarrollo de la demencia. En este sentido, los científicos han demostrado que realizar ejercicio en la tercera edad reduce en un 50 por ciento el riesgo de un deterioro mental.

Asimismo, el cerebro también necesita trabajar por lo que leer, escribir, hacer crucigramas, tocar un instrumento musical o conversar son buenos ejercicios que ejercitan al cerebro. Por ejemplo, tocar el piano es bueno para la memoria porque las habilidades motoras que se necesitan mejoran la conexión con el cerebro, al igual que retar al cerebro --como por ejemplo leer al revés algunas páginas del periódico-- para evitar la desintegración de las conexiones neuronales.

Por otra parte, la alimentación juega también un papel importante, por lo que una dieta saludable rica en frutas y vegetales que contengan vitaminas C y E, y que incluya pescado, disminuye el riesgo de sufrir demencia. Asimismo, los especialistas aconsejan evitar un consumo excesivo de alcohol y tabaco, puesto que ambas conductas afectan a las neuronas.
Otra medida consiste en cuidar el corazón, para que el riego sanguíneo al cerebro no se vea afectado. En este sentido, la diabetes

y el estrés prolongado son factores de riesgo que afectan indirectamente a una mayor probabilidad de sufrir Alzheimer en la tercera edad. Además, es importante cuidar también el oído porque, de lo contrario, puede favorecer el desarrollo de la demencia en las personas mayores.

Por último, cabe destacar que el Alzheimer es más una cuestión de género que de genética. El 70 por ciento de las personas entre 65 y 90 años que sufren esta enfermedad son mujeres, de manera que ellas han de tener un particular cuidado.

"Es importante que entendamos la enfermedad y aprendamos cómo relacionarnos con los individuos afectados. Hay que buscar soluciones que permitan a las personas afectadas seguir siendo independientes el mayor tiempo posible. Esto implica también que hay que dar apoyo a los familiares", ha concluido la economista sénior en Allianz, Michaela Grimm.