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Los músicos suben el volumen contra los «piratas»

Fue el primer sector de la cultura en sufrir los estragos de la «piratería». Tienen argumentos y se han cansado de las falsas verdades. Músicos de varias generaciones y estilos exigen una ley que ya llega tarde.

Jóvenes y veteranos: El 95% de la música que se distribuye es ilegal. En la imagen, el grupo Pignoise
Jóvenes y veteranos: El 95% de la música que se distribuye es ilegal. En la imagen, el grupo Pignoiselarazon

Tienen argumentos, pero están cansados de repetirlos. Fueron los primeros en sufrir el atropello de las descargas ilegales allá por la prehistoria de Napster y después han visto cómo todas las metamorfosis de la web perfeccionaban la sangría. Por eso siguen hablando, pero con la voz más cansada, con aire del soliloquio, hartos de repetir que es incomprensible que a estas alturas del siglo las cosas sigan sin resolverse. Y tienen un arsenal de razones. Este periódico ha hablado con artistas de varias generaciones y de estilos diferentes pero con el enfado como denominador común. El 95,6 por ciento de la música que se distribuye se hace sin pagar, no es un asunto que afecte sólo a grupos de masas, ni a artistas consagrados. Han asistido al debate parlamentario y social en torno a la «piratería» con perplejidad.

Pignoise es una banda joven, comercial, que busca abrirse al gran público. En este tema responden como grupo, todos los miembros tienen la misma opinión: «Lo que es justo, es justo. Si tienes una idea, la registras, y si la gente quiere hacer uso de ella, pues tiene que pagar, así ha sido siempre», dicen. Pero esta situación, que ya se va alargando en el tiempo, tiene efectos a largo plazo. «Las nuevas generaciones ya no saben lo que es ir a una tienda y comprar un disco. Hay que intentar hacerle comprender a la gente joven el daño que está haciendo y el trabajo que existe detrás de grabar, crear, y promocionar un trabajo musical», aseguran los miembros del conjunto liderado por Álvaro Benito. Mucho se ha hablado de los supuestos «beneficios» de este cataclismo de la industria. «A nosotros nos encanta actuar en directo, pero sin industria no podremos. Se está muriendo y no se encuentra una solución».

Otros como La Oreja de Van Gogh llevan más tiempo en la carretera pero hacen un diagnóstico idéntico de la situación. El grupo, que también habla como colectivo preguntados por este asunto, «lamenta que los políticos españoles no hayan estado a la altura de las circunstancias», después de que el Congreso rechazase la pasada semana la llamada «Ley Sinde», una disposición adicional de la Ley de Economía Sostenible. «El argumento de que los músicos buscamos una ley porque queremos vivir de los derechos de autor en vez de salir a ganárnos la vida de gira es absolutamente infundado. Cualquiera sabe que lo que más nos gusta, por no decir lo único, son los ‘‘bolos''», afirman. Otra cosa es que, como todo el mundo, los músicos deben pagar su hipoteca y pensar en su pensión. Porque, ¿cuánto vale el material pirateado en internet? Según un estudio de la patronal, 2.291 millones de euros.

Los perdedores

Alrededor del debate de la Ley en el Congreso la semana pasada se vieron «huelgas» de portales piratas, protestas que relacionaban el asunto con Wikileaks y encendidos debates en la red en contra de las medidas del Gobierno. Los donostiarras, en un ejercicio de lucidez, sentencian: «Lo que nos fastidia es la ideología ‘‘pseudoprogre'' que algunos se inventan para justificarla. Si quieren la música gratis, que lo digan, pero que no se justifiquen».

Pau Donés, líder del grupo Jarabe de Palo, apunta también a la clase política: «Son los verdaderos perdedores», afirma en un comunicado. «Esa ley apostaba por sancionar la ilegalidad de las descargas fraudulentas en internet, o sea, el robo reiterado e impune de cine, literatura, música, y a los que los distribuyen, no a los consumidores», subraya el músico, que considera que, por esa razón, la ley era «muy blanda». El compositor y cantante apunta a los otros dos actores del debate. Por un lado, a la Asociación de Internautas (a cuyo presidente «ni he votado, ni conozco, ni sé quién es, y yo también soy internauta») y por otro a Redtel, asociación que agrupa a operadores de telefonía («vendan banda ancha, trafiquen con contenidos, pero controlen que el tráfico sea legal»), que se manifestaron en contra de la norma.

Luis Eduardo Aute no es precisamente un novato en este mundillo, y también piensa que la propuesta de legislación, que podría intentar resucitarse en el Senado, «era muy tibia». Y tiene claras las consecuencias si la nueva norma no llega: «Habrá que irse a editar fuera de España», advierte. Para Aute, «ésta es una ley que viene de largo. Los músicos fueron los primeros en reivindicar sus derechos, y luego vinieron los del cine y ahora los del libro. Si la ley no sale adelante, veremos muchos problemas, pero según el desarrollo de la Ley a partir de ahora, se irá actuando», insiste Aute, que tiene muy claro que los que inician ahora una carrera profesional en la música «lo tienen fatal».

¿Cultura gratis?

El cantautor posee argumentos contra quienes dicen que las descargas favorecen el acceso a la cultura: «Yo optaría por la cultura gratuita siempre y cuando nadie se lucrara en el proceso. El problema es que no se quiere que cobren los creadores, que se ganen el dinero sólo dando conciertos. Es como el problema de los agricultores, los que crean el producto son los que menos cobran. Todo se lo llevan los intermediarios», opina Aute.

La falta de acuerdo en el Parlamento la pasada semana se debió a que CiU intentó renegociar hasta el último minuto el resto de la Ley de Economía Sostenible (LES) en su conjunto, a lo que el PSOE se opuso. Tampoco encontró acuerdo con el PP porque esta formación exige que el texto incluya más garantías judiciales antes de decretarse el cierre de una página web que esté llevando a cabo una supuesta actividad ilegal. A partir del 18 de enero, cuando se reanuden las sesiones en el Senado, el PSOE tiene que buscar una alianza para introducir una nueva enmienda a la LES. Será un texto remozado, pero quiere incluirse en esta norma para agilizar los trámites de una regulación que ya llega tarde. Ni CiU ni el PP se han mostrado en contra de regular este sector. Falta encontrar los términos.


De la Iglesia verá a los «internautas»
El presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, ha decidido coger el toro por los cuernos. Lleva días respondiendo a las críticas desde Twitter por haberse manifestado en favor de la Ley Sinde. Así que ha citado el próximo jueves a los representante de la Asociación de Internautas en la sede de la institución. Le acompañará, entre otros, Pedro Pérez, presidente de los productores. Así lo ha confirmado desde su microblog: «A ver, jefes, la reunión es un hecho. Esto se pone caliente. Vamos a toda potencia. Somos mutantes, no políticos. Soluciones y cervezas».