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El nuevo juguetito por Reyes Monforte

La Razón
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Ahí les tienen: cómo conseguir vender lo mismo como nuevo cambiando una letra o un número. Mis palabras no encierran crítica alguna sino pura y sincera admiración. Estoy convencida de que con el equipo Apple en nuestros gobiernos todos ganaríamos, aunque fuera humo lo que vendiesen…ya venden nubes.

Vender lo mismo como nuevo y conseguir que el personal se deje hasta el último céntimo para hacerse con el nuevo juguetito es para entregarles el Nobel de Economía. Y lo logran conjugando enrevesados términos que, gracias a una campaña de marketing sin precedentes, se van incorporando a nuestro lenguaje cotidiano. Y aquí estamos todos hablando del A6 Quad-Core, la retina display o el botón home, y nadie entra a discutir si la terminología es sexista. Aquí te sueltan el término «estructural» y no les cae la reprimenda teledirigida que le ha caído a Gallardón con su particular violencia de género estructural. Será porque los nuevos reyes del mundo se toman más en serio su trabajo. Y todo dicho a favor de los sucesores de Steve Jobs que nos venden en sus cuidadas presentaciones su último producto como si fuera la panacea contra el cáncer. No entiendo cómo hacen publicidad, si se la hacemos todos gratis. Me encantaría ver la cara del último responsable de Apple cuando vea las colas kilométricas para conseguir su último invento y la millonada que le va a caer. Daría mi iPad2 por escuchar lo que realmente piensa de todos nosotros. O quizá no, no vaya a ser que mi sensor acelerómetro y mi giroscopio de tres ejes no terminaran de soportarlo.