España elige su destino

Gdansk- España se ha ganado el derecho a elegir su destino en esta Eurocopa después de empatar con Italia y golear a Irlanda en los dos primeros partidos. No necesita mirar otros resultados para saber si está clasificada. Si gana, sabe que será primera. Si empata a dos, sabe que Italia sería un enemigo menos, independientemente del resultado que lograra esta tarde ante los irlandeses.

Pero España no piensa en los demás. Tampoco puede elegir rival. El grupo D, del que sale el enemigo de «La Roja» en cuartos, se decide mañana. Francia es primera, empatada con Inglaterra, y Ucrania, una de las anfitrionas, sólo tiene un punto menos que los líderes. «Estamos viendo que los equipos más fuertes están teniendo problemas con otros teóricamente más débiles. Cualquiera te pone las cosas muy difíciles», explica Javi Martínez en una entrevista concedida a uno de los patrocinadores de la Selección. Del Bosque y los internacionales españoles se fijan en el ejemplo de Rusia, que llegó a la última jornada con cuatro puntos, los mismos que ahora tiene España, y ha quedado eliminada.

Por eso, y porque no es el estilo de España, nadie se plantea pactar el 2-2. «Hablamos de ello porque todo el mundo habla, pero vamos a salir a ganar, que es lo que siempre hemos hecho. Si ganamos estaremos en cuartos y la selección que pase con nosotros no es cuestión nuestra», explica Mata. «Es una falta de respeto para todos los profesionales que estamos aquí hablar de eso», confirma Torres. «Estamos transmitiendo muy mala imagen del fútbol a la gente. Yo creo en el fútbol limpio, nosotros no pensamos en ese resultado y seguro que Croacia piensa lo mismo que nosotros», asegura Del Bosque.

«Italia puede estar tranquila, si empatamos a dos no va a ser por un amaño», comenta Slaven Bilic, el seleccionador croata, desde el otro lado. A Bilic le afecta más el comportamiento de sus aficionados, marcados en algún caso por un carácter violento y racista. «Tenemos un grave problema. Son sólo unos cuantos locos, pero me preocupa como croata y como padre», reconoce.

España no mira al marcador. Sólo le interesa ganar. Y para conseguirlo, ha probado hasta ahora dos estilos diferentes. Del Bosque tiene 10 futbolistas fijos en su alineación y es el puesto de delantero el único que ha modificado. Torres y Cesc están empatados a goles y casi a minutos. Torres sustituyó al «10» en el minuto 74 del encuentro ante Italia. El cambio inverso se produjo en el minuto 70 del segundo partido. El seleccionador quiere que los dos se sientan importantes en el grupo. Por eso les reparte el tiempo y, aunque Cesc marcó el único tanto en el debut, Torres ocupó su lugar ante Italia. Dos goles del «Niño» después, era Fábregas el que ocupaba el sitio del 9 de España. Cesc, que confesó sentirse sorprendido al verse en la alineación inicial ante Italia, se enfadó por verse como suplente ante Irlanda. La celebración de su gol, el 4-0, es la muestra de la motivación de los futbolistas españoles. Era una fiesta cargada de rabia, de frustración por haber empezado desde el banquillo a pesar de marcar ante Italia. Un gesto que no molestó al seleccionador: «Es la prueba de que se siente importante. Es bueno que todos quieran tener más protagonismo». En los últimos días, Del Bosque ha probado con los dos en el mismo equipo, al lado del centro del campo titular. Una medida que sólo obedece a la costumbre del seleccionador de separar a los dos mediocentros, Busquets y Xabi Alonso, en los partidillos de las prácticas. «Tenemos muchas alternativas», reflexiona Del Bosque. «Cualquier decisión que tome el míster es la correcta», añade Fernando Torres, que no deja de pensar en el equipo.
«Con lo que sueño todos los días es con ver a Iker levantando la Copa. A eso hemos venido y es la imagen que tengo en la cabeza todos los días», asegura. «El Niño» prefiere no mezclar la situación del país con el deporte. «Nosotros hablamos de fútbol», dice. Aunque asegura: «Si un triunfo nuestro puede ser una vía de escape es una motivación extra para nosotros. Ojalá demos una alegría a la gente y ojalá el fútbol siga siendo una herramienta de unión».