Valencia

Bibliotecas por Idoia Arbillaga

La Razón
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Son muchas y muy recientes las noticias que anuncian el cierre de bibliotecas públicas en Andalucía, Valencia, Baleares, en la Región de Murcia, y en toda España. Lo normal es que en vez de ser gestionadas por funcionarios, muchas de estas bibliotecas las administren empresas privadas tras obtener su concesión mediante concurso público. Y claro, el estado no cierra, pero las empresas sí; quiebran y dejan de pagar los salarios de los trabajadores de las bibliotecas, la luz, el agua... Y hay que cerrar las bibliotecas, centros del saber. Me parece una barbaridad que uno de los mayores bienes culturales, el libro, se halle tan desprovisto de protección por parte del Ministerio de Cultura y de los gobiernos de las comunidades. La gente se queja de lo caro que es el cine, aun cuando se deja entre las palomitas y la entrada, más de 10 euros, eso por una única visualización del film; un libro en cambio es para toda la vida, para ti y para compartirlo. El refranero duda quién es más tonto, si quien presta un libro o quien lo devuelve, genial la paremiología española. Recuerdo haberme introducido en aquel mágico universo que eran las bibliotecas, durante mi infancia, y simplemente disfrutar con gratuidad de las novelas, relatos, de los libros de arte, de cine, poesía, etc. Todo el grueso del conocimiento de la cultura humana se encuentra en las bibliotecas, es un referente cultural espacial venerable, un lugar de reposo espiritual, mas de activación intelectual; estanterías llenas de Pintura, Biología, Historia, Teatro, Arquitectura, Música, Poesía, Cine, Escultura, Astronomía, Ensayo, etc. Las bibliotecas son sagradas, y han de ser espacios abiertos a la libertad del Espíritu humano y su exploración.