África

Nueva York

La ONU insta a Jartum y a los insurgentes a detener los combates

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha instado a las autoridades sudaneses y a los grupos insurgentes que realizan ataques en la frontera con Sudán del Sur a permitir el paso de trabajadores de agencias humanitarias de la ONU y ha advertido del aumento de los niveles de desnutrición.

Los enfrentamientos entre el Ejército de Sudán y el Movimiento por la Liberación del Pueblo de Sudán-Norte (SPLM-Norte), se han sucedido en los últimos meses en los estados de Kordofán del Sur y del Nilo Azul, en la frontera con Sudán del Sur.

El Consejo mostró su "creciente y profunda preocupación por los niveles de malnutrición e inseguridad alimenticia"en algunas zonas de estos estados, "que pueden alcanzar niveles de emergencia si no se atajan inmediatamente".

El organismo pidió a Jartum y a los insurgentes que permitan acceder a las agencias humanitarias de la ONU para poder responder a las necesidades de la población y entregar suministros a los civiles afectados por el conflicto.

Estados Unidos realizó una petición similar el mes pasado, pero el Gobierno de Sudán señaló entonces que solo permitiría el paso a algunas agencias de la ONU y a ciertas ONG y de forma limitada. El Ministerio de Asuntos Exteriores sudanés señaló que la asistencia debe ser canalizada a través de una comisión encargada de la ayuda humanitaria y de la Media Luna Roja sudanesa.

El Ejecutivo, basándose en riesgos para la seguridad, ha impedido que los trabajadores de las agencias puedan acceder a la zona. El Consejo también ha pedido a ambas partes que cesen los enfrentamientos y negocien una salida al conflicto.

El pasado julio, Sudán del Sur proclamó su independencia tras celebrar un referéndum en enero en que el 99 por ciento de los sursudaneses votaron a favor de la separación. La celebración del plebiscito era una de las condiciones del acuerdo de paz firmado entre Jartum y Juba que puso fin a 50 años de guerra civil.

Miles de combatientes que lucharon contra Jartum en la guerra civil se asientan actualmente en los estados de Kordofán del Sur y Nilo Azul. El Gobierno sudanés asegura que Juba sigue apoyando a estos grupos.

Los combates de los últimos meses han obligado a que 417.000 personas abandonen sus hogares. Según la ONU, unos 80.000 han cruzado al frontera hacia Sudán del Sur.