Londres

Mireia se desinfla en su primera final olímpica

Nadó peor por la tarde que por la mañana y fue octava

Mireia se desinfla en su primera final olímpica
Mireia se desinfla en su primera final olímpicalarazon

Londres- Los 400 estilos no es la prueba en la que Mireia Belmonte tiene sus ojos puestos. Era sólo el estreno de su hercúlea tarea en Londres, pero podía servir para reforzarle la moral con todo lo que le queda por delante. Abandonó la piscina con sentimientos encontrados. Contenta por la mañana, pero mal por la tarde, donde hizo peor tiempo que en el estreno para terminar la prueba en último lugar. Con el registro de la mañana hubiera sido sexta y si se hubiera acercado a su récord de España (4:33.91, e hizo 4:35.62) hubiera subido hasta el quinto puesto. Eran sus objetivos principales, porque aspirar a más todavía y en esta prueba no está en sus brazos ni en sus piernas. «Las medallas están muy caras», advirtió. Y tanto. En realidad, aspirar al oro ayer era una locura viendo lo que hizo la china Ye Shiwen. La asiática ganó el año pasado en Shanghái el título Mundial en los 200 estilos con 15 años. 11 meses después tiene 16 y ya es campeona olímpica de los 400, con récord del mundo incluido: 4:28.23.

Para Mireia Belmonte era la primera final olímpica. Embutida en su traje, y nunca mejor dicho, ya que por la mañana pidió por favor tiempo para quitárselo antes de hablar, porque le estaba apretando y le dejó marcas, se dirigió a la calle dos con su estiloso caminar. Unos golpes en las piernas para despertar los músculos, las gafas bien ajustadas, un suspiro y a la faena, con un comienzo esperanzador, pese a que la salida no fue del todo buena. Reaccionó la quinta de las ocho finalistas y tocó la primera pared, los 50 metros, en quinto lugar. Su segundo largo fue todavía mejor, el más rápido de todas las participantes. «Quizá empezó un poco fuerte», dijo Luis Villanueva, director técnico de la Federación. Iba tercera, en puesto de medallas. La mariposa había sido un éxito, pero a partir de ahí se vino abajo. La espalda la llevó a los últimos puestos, y no supo despegar. Por delante el cohete amarillo iba disparado en busca de la mejor plusmarca universal. Ganó Ye Shiwen, por delante de la estadounidense Beisel y de la también china Li Xuanxu. Mireia sumó su primer diploma olímpico, pero se marchó «muy afectada», según Villanueva. «La marca que ha hecho hoy la hace otras veces sin estar a punto. Es floja para ella. No ha nadado relajada, ha estado tensa, quizá por ser una final olímpica, pero quedan más pruebas», añadió. Belmonte no puede pararse a pensar –ni siquiera lo hizo para hablar con los medios–, por eso su entrenador le ha puesto un calendario exigente. Hoy le llega la segunda oportunidad en los 400 libres, una de las pruebas en las que tiene puestas aspiraciones altas.