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Concha Cuetos: «Nunca me ha tentado ser una mantenida»

Concha Cuetos
Concha Cuetoslarazon

–«Yo, el heredero». Y usted, ¿qué heredó en su día?
–Heredé sobre todo principios, que es lo que voy a dejar a los míos.

–Pero, ¿qué le hubiera gustado heredar?

–Una gran fortuna, como a todo el mundo.

–Su padre se llamaba Aladino. Debería haber heredado una lámpara...
–Heredé algo mucho mejor: su sentido del humor, porque el pobre tuvo que aguantar por su nombre coñas constantes. Y lo llevó muy bien.

–Hay quien creerá aún que heredó una farmacia...
–No lo creo: han pasado muchos años desde «Farmacia de guardia».

–¿Le gustaría ser supervisora de nubes tumbada en una hamaca, como Zapatero?

–No, ni hablar. Por muchas nubes que mires y clasifiques, debe ser muy aburrido. Y no es cosa de aburrirse el tiempo que te quede de vida.

–En esta comedia es Dorotea...
–Sí, la tía Dorotea. Presume de generosidad, algo que nunca debe hacerse, porque si presumes de generosidad es que no eres generoso.

–Ya: conviene ser humilde...
–Pues sí, sobre todo en esta profesión, donde aprendes algo cada día. Sólo los humildes aprenden. Los grandes actores son humildes.

–De algo presumirá...
–De buenos amigos. Y de nieto.

–El protagonista trata de heredar la situación de su padre, mantenido por una rica familia toda su vida. ¿Una metáfora de...?

–Creo que Eduardo de Filippo se burla de la falsa generosidad de algunos ricos que con sus obras benéficas sólo buscan reconocimiento social.

–¿Todos tenemos alma de parásitos?
–Todos tenemos algo de parásitos. Somos humanos...

–Y a usted, ¿le tentó alguna vez ser una mantenida?
–No me tentó nunca. Me gusta demasiado mi libertad. Si eres mantenida, eres esclava.

–¿Qué le molesta más de todo lo que ve?
–Que los ricos sean cada vez más ricos. No hay derecho a que se lleven millones de euros de cajas que luego tienen que ser rescatadas con el dinero de todos.

–Dicen que se acaba el Estado del Bienestar tal como lo conocemos ahora...
–No sé si es una mala herencia. A lo mejor así volvemos a la realidad y quizá dejemos de ser el país del pelotazo. Los grandes cambios son duros al principio, pero luego ponen las cosas en su sitio.

–Es lo que decía Jardiel del infierno: lo malo son los tres primeros días...

Con firma propia

Profesión: actriz.
Nació: en 1944, en Madrid.
Por qué está aquí: protagoniza la obra «Yo, el heredero», de Eduardo de Filippo, en el teatro María Guerrero (Madrid)