Barcelona

La oposición censura al Govern por contratar a «ni-nis» en precampaña

Uno de cada cuatro jóvenes ni estudia ni trabajo. El tripartito busca ahora reducir esta preocupante estadística.

5.000 jóvenes recibirán una formación de 388 horas. Si la superan, podrán ser contratados.
5.000 jóvenes recibirán una formación de 388 horas. Si la superan, podrán ser contratados.larazon

Cataluña tiene un enorme problema con sus 154.000 jóvenes que ni estudian ni trabajan. La generación «ni-ni» es uno de los fenómenos más alarmantes del momento actual y el Govern ha decidido tomar cartas en el asunto a falta de 26 días para las elecciones. A lo largo de esta semana, la Generalitat ofrecerá 5.000 contratos para menores de 25 años que viven la vida de brazos cruzados. La iniciativa del tripartito fue censurada por los grupos de la oposición –PP, CiU y Ciutadans– por «electoralista». A todos estos partidos les pareció sonrojante que el Govern se acuerde de este colectivo a las puertas de las elecciones.

El departamento de Trabajo invertirá 20 millones de euros en este plan piloto que pretende formar a jóvenes de acuerdo con las necesidades de las empresas. Según la Generalitat, esta experiencia puede ser muy positiva porque a las compañías les permitirá contar con un joven formado durante 388 horas, así como beneficiarse de bonificaciones a la Seguridad Social.

Por su parte, el joven percibirá, al menos, el 70 por ciento del salario mínimo interprofesional, es decir, 443 euros mensuales y, además, su contrato le computará para tener derecho al paro.

Las críticas de la oposición
El secretario general y número dos de la candidatura del PP de Cataluña, Jordi Cornet, consideró «poco creíble y demagógico» el plan de la Generalitat para encontrar trabajo a 5.000 jóvenes «ni-ni» En este sentido, afirmó que «Montilla, después de 4 años al frente de la Generalitat, pasará a la historia por ser el presidente del paro juvenil».

En una línea parecida se expresó el portavoz parlamentario de CiU, Oriol Pujol, que tachó este proyecto de «electoralista y partidista». El dirigente nacionalista deploró que el tripartito «se despierte» a menos de un mes de las elecciones con una propuesta que «no es propia de alguien que aspira a seguir gobernando». Por último, criticó esta «política de subvención» y abogó por crear condiciones para que las empresas apuesten por los jóvenes.

Desde Ciutadans, Albert Rivera, acusó a Montilla de querer comprar votos de manera «irresponsable y desesperada». Rivera no comprende que «con los pocos recursos que quedan en la caja de la Generalitat» se premie a los que ni estudian ni trabajan.

En cambio, a ICV le parece que el proyecto está bien perfilado, a falta de conocer con mayor exactitud los detalles. El más satisfecho fue el número tres de las listas del PSC, Celestino Corbacho, porque el plan para recuperar a los «ni-nis» se basa en la reforma laboral impulsada en su etapa como ministro de Trabajo.

El nuevo contrato formativo tendrá una duración mínima de seis meses y tiene una remuneración inferior a la del contrato anterior, que garantizaba el 100 por ciento del salario mínimo interprofesional. Ahora, no es hasta el segundo año cuando se tiene derecho al 100 por ciento. Este punto ha provocado las críticas de los sindicatos.

Según un informe de la UGT, los «ni-nis» han aumentado un 133,7 por ciento desde 2004– entonces había 65.900 jóvenes en esta situación–, y desde 2007, ha crecido un 57 por ciento hasta llegar a los 154.000 actuales. Esto significa que uno de cada cuatro jóvenes (de 16 a 24 años) es un «ni-ni». La tasa de desempleo de los jóvenes catalanes es del 37,1 por ciento, cifra que supera en más de 20 puntos a la tasa de desempleo general (16,5 por ciento).

Según este sindicato, la «baja cualificación» es la lacra del desempleo y la precariedad social. En un informe reciente, la UGT concluyó que cuanto más joven se es, más temporalidad y fugacidad hay en el empleo. Además, a consecuencia de las condiciones de precariedad, muchos catalanes han de compaginar estudios y trabajo durante una época del año, por lo que la inestabilidad está asegurada.