Italia

Mundial y mercado por Julián GARCÍA CANDAU

La Razón
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En la Eurocopa de 1980, en Italia, la concentración de la selección española fue, a diario, un mercado. No hubo día en que no se hablase de un traspaso, que no se preguntase a un futbolista por su futuro. Me he referido a aquella fecha porque desde entonces no recuerdo ninguna concentración en la que no haya habido anuncios de traspasos. Camino de Suráfrica estamos en lo mismo y en pleno campeonato no dejarán de surgir rumores y, afortunadamente para algunos, el soñado contrato.El fútbol español está más que arruinado y por ello los anunciados traspasos se demoran. En época de crisis los clubes se aprietan los machos y meditan mucho las decisiones económicas. En todos los casos, sin excepciones, no hay dineros en caja. Sus cuentas son números rojos y deudas enormes. Conociendo el panorama ha sorprendido, e indignado, el anuncio de las primas que podrían obtener los internacionales caso de ganar el Mundial. Conviene hacer la precisión de que para estos fas- tos está el presidente de la Fede- ración Española de Fútbol, Ángel María Villar, quien no repara en gastos porque cree que si hay triunfos hay que agra- decérselo por haber prometido tales premios.Hay varios jugadores internacionales pendientes del cambio de casa o de la renovación del contrato con mejoría incluida. No es bueno que estén pendientes del partido y de su futuro inmediato. Los medios no ayudamos a que la almas de los jugadores se serenen. Claro que algunos, en cuanto ven un periodista delante, le preguntan qué hay de lo suyo. No es buena la incertidumbre.