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La obra de Odilon Redon y Lewis Hine llega a España en dos exposiciones

Ciento setenta obras forman la primera exposición monográfica que se dedica en España al artista francés Odilon Redon, uno de los creadores fundamentales en la génesis del arte moderno, y que la Fundación Mapfre ha presentado hoy en Madrid.

Desde el próximo sábado y hasta el 29 de abril se podrá contemplar esta muestra en las salas de Recoletos, en las que se ha inaugurado también la exposición sobre el fotógrafo Lewis Hine, clave del documentalismo social. Comisariada por Rodolphe Rapelti, la muestra sobre Odilon Redon (1840-1916) está compuesta por óleos, dibujos, grabados, paneles decorativos y bocetos para textiles.

Redon fue pintor de la imaginación y del subconsciente en plena hegemonía del naturalismo contemporáneo de los impresionistas, y a pesar del papel fundamental que ha desempeñado en el nacimiento del arte moderno y de estar presente en grandes museos, sigue siendo uno de los artistas menos conocidos del paso del siglo XIX al XX.

Su trayectoria artística recorre desde los inicios más oscuros con los llamados "Negros", carboncillos y litografías con obras como "Los Orígenes", hasta su cambio hacia la luz y el color que comienza con "Ojos cerrados"(1890), que supone el punto de inflexión en su creación.

Para el presidente de la Fundación Mapfre, Pablo Jiménez Burillo, uno de los intereses fundamentales de esta exposición consiste en la relación del artista con España y en las semejanzas de su obra con los claroscuros que también presenta la obra de Goya. Así, en su serie de litografías "Homenaje a Goya"(1885), Redon comienza a ser reclamado como una de las grandes figuras de lo fantástico.

Por su parte, la obra de Lewis Hine (1874-194) llega a España con la muestra de 170 imágenes que, en su origen, no fueron creadas con intención estética sino para mostrar los asuntos que más le preocupaban al fotógrafo como activista social, el bienestar de los más desfavorecidos, el reflejo de la injusticia y la miseria de la época.

Su fotografía se convirtió en su forma de reivindicar aspectos como la inmigración, el trabajo infantil o la situación de los refugiados en Europa tras la Primera Guerra Mundial, y también la labor de la Cruz Roja.

Su trayectoria recorre desde sus comienzos en la isla de Ellis, en el puerto de Nueva York, donde fotografía la avalancha diaria de inmigrantes, como es el caso de la obra "Judía en la Isla de Ellis"(1905), hasta las imágenes más representativas del mundo laboral en la ciudad de los rascacielos, con "Mecánico de una central"(1920).

Estas dos exposiciones suponen para Jiménez Burillo una forma de unir dos grandes vertientes del arte, por un lado utilizada como instrumento para cambiar la realidad, con la fotografía de Lewis Hine, y por otro lado, experimentar una visión diferente de la misma desde la obra pictórica de Odilon Redon.